"La tripulación no corre peligro", subrayó Roscosmos en su canal de Telegram al adelantar los primeros resultados de la investigación sobre la fuga en el sistema de refrigeración externa de la Soyuz MS-22 que obligó a cancelar la caminata espacial que tenían previsto realizar hoy jueves los cosmonautas rusos Serguéi Prokopiev y Dmitri Petelin.
De acuerdo con el comunicado, los tripulantes del segmento ruso de la EEI comunicaron al centro de control en tierra que un sensor indicaba que había caído la presión en el sistema de refrigeración del casco de la Soyuz, lo que indicaba una fuga, que fue "confirmada visualmente".
La cosmonauta rusa Anna Kíkina, indicó Roscosmos, tomó fotografías y grabó vídeos del casco de la Soyuz con una cámara instalada en un brazo robótico instalado en el módulo Naúka.
"Los datos fueron trasmitidos a la Tierra. Los especialistas comenzaron analizar las imágenes", añadió.
Los daños se produjeron en el casco del segmento de equipos y propulsores de la Soyuz, que está compuesta además por el módulo de descenso y compartimento de trabajo y descanso.
Es la segunda vez que se cancela la caminata espacial de Prokofiev y Petelin: la anterior, el 25 de noviembre pasado, por un problema con la escafandra de uno de ellos.
A mediados de agosto el cosmonauta ruso Oleg Artémiev también regresó antes de lo previsto a la EEI debido a los problemas que tuvo con su escafandra durante una caminata.
En la caminata de hoy, programada para una duración de 6 horas y 37 minutos, los cosmonautas tenía previsto trasladar con la ayuda del brazo robótico europeo ERA un radiador del módulo Rassvet al laboratorio multiuso Naúka.