Dos artefactos de exploración se colocarán en una órbita de la Luna en Año Nuevo

Los dos artefactos de exploración espacial de la misión GRAIL frenarán su trayectoria el día de Fin de Año y se colocarán en el Año Nuevo en una órbita de la Luna desde la cual explorarán el interior del satélite de la Tierra, informó hoy la NASA.

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Con los datos recogidos los científicos podrán deducir qué hay debajo de la superficie lunar con sus montañas y cráteres, y podrían entender mejor por qué el lado distante de la Luna es más abrupto que el lado visto desde la Tierra.

"Aunque desde la década de los sesenta hemos enviado más de un centenar de misiones a la Luna, incluidas dos en las cuales los astronautas caminaron sobre la superficie lunar, la verdad es que hay muchas cosas que no sabemos acerca de la Luna", dijo en teleconferencia de prensa Maria Zuber, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Zuber es la investigadora científica principal en el programa GRAIL.

Los dos artefactos han estado viajando hacia la Luna desde su lanzamiento en septiembre pasado desde Cabo Cañaveral (Florida), un viaje parsimonioso sobre la distancia que los astronautas de las misiones Apolo recorrieron en apenas tres días.

El día de Fin de Año una de las sondas gemelas GRAIL -la sigla en inglés que corresponde a Laboratorio de Recuperación de Gravedad e Interior- encenderá sus cohetes para disminuir la velocidad de forma que quedará cautiva de la gravedad de la Luna a unos 56 kilómetros de la superficie selenita.

El día siguiente la otra sonda hará una maniobra similar, y desde esas ubicaciones ambas trazarán un "mapa" de la gravedad de la Luna midiendo los efectos de esta fuerza sobre sus trayectorias orbitales.

"Entre las muchas cosas que no sabemos acerca de la Luna es por qué el lado distante es tan diferente del lado cercano", continuó Zuber refiriéndose al hemisferio lunar oculto a la vista desde la Tierra y el hemisferio siempre orientado hacia el planeta.

"La respuesta debe estar encerrada en el interior de la Luna", añadió la investigadora, quien explicó que la misión de estudio comenzará en marzo y está planificada para que dure 82 días, aunque los científicos pedirán a la NASA que la extienda hasta diciembre.

La misión no está restringida a los científicos y académicos: cada uno de los artefactos GRAIL, propulsados por energía solar, está equipado con cuatro cámaras que serán operadas por grupos de escolares de nivel intermedio.

"Más de 2.100 escuelas en todo el país se han registrado para este programa", añadió Zuber.

La agencia espacial estadounidense NASA ha calificado la misión GRAIL como "un viaje al centro de la Luna" ya que la medición de la fuerza de gravedad permitirá la construcción de "mapas" de 100 a 1.000 veces más precisos sobre el interior de satélite que los obtenidos hasta ahora.

"Ambos artefactos se han comportado, esencialmente, de manera impecable desde el lanzamiento", dijo Zuber.

Durante la misión las cápsulas orbitarán a una distancia, una de la otra, de unos 200 kilómetros y, según los científicos, los cambios regionales en la gravedad lunar harán que disminuya o aumente levemente su velocidad.

Esto, a su vez, modificará la distancia que las separa y las señales de radio transmitidas por las cápsulas medirán las variaciones más pequeñas. De esta manera los investigadores podrán conformar "mapas" del campo de gravedad.

Con esos datos los científicos podrán deducir qué hay debajo de la superficie lunar con sus montañas y cráteres, y podrían entender mejor por qué el lado distante de la Luna es más abrupto que el lado visto desde la Tierra.

Los artefactos, cuyos nombres oficiales son Grail-A y Grail-B recibieron denominaciones de un concurso organizado por la NASA entre escuelas y estudiantes que sugirieron nombres.

La palabra "grail" corresponde a "grial" en castellano y es, según la leyenda cristiana, la copa o cuenco que usó Jesús en su última cena. El "Santo Grial" ha sido causa de gestas y búsquedas por parte de guerreros cristianos durante siglos.

Otro de los misterios que GRAIL podría desvelar, según Zuber, es si la Tierra tuvo en otro tiempo una segunda luna más pequeña. Hay astrónomos que creen que algunas de las "marcas" en la superficie de la Luna son resultado de una colisión con una luna más pequeña.