En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el especialista en recursos hidráulicos de la UAZ, Carlos Francisco Bautista Capetillo, explicó que esta tecnología consiste en una estructura tipo malla.
Los cultivos de estudio se encuentran cubiertas por la malla donde se protege al cultivo; sin embargo, el clima no se controla como sucede en los invernaderos, mencionó el investigador.
La nueva tecnología utiliza dos fuentes de abastecimiento de agua, una es subterránea proveniente de un pozo y la otra es superficial, donde se extrae el líquido de las presas de la región.
“Para un desarrollo óptimo, el sistema diseñado es por goteo para hacer riegos de alta frecuencia”, destacó Bautista Capetillo, quien mencionó que en 2014 se inició con este proyecto el cual monitorea la temperatura y precipitación con cuatro estaciones climatológicas.
A partir de este nuevo sistema, los investigadores definieron la cantidad de agua que el cultivo requiere para desarrollarse de manera adecuada y así adaptarlo a las necesidades hídricas de los sembradíos.
En este sistema colaboran doctores y miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) y de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).