¿Cómo ayuda el Big Data a la ciberseguridad?

El famoso dicho popular que reza “La información es poder” es ya una afirmación innegable que permea todas las esferas y sectores de nuestra vida. Desde nuestros datos, gustos y aficiones personales, hasta las casi infinitas bases de datos almacenadas en empresas o universidades, el mundo de la información está presente en cada paso que damos y cada vez nos relacionamos e interactuamos con ella de formas distintas.

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Debido al exponencial aumento de datos, números e información generada, la situación con el almacenamiento también se ha modificado con el tiempo. De esto ha surgido la nueva corriente de almacenamiento y proceso de información, el Big Data.

Esta revolución informática supone un nuevo paradigma que busca la resolución de muchos problemas específicos y la transformación del mundo como se conoce, teniendo mayor libertad y acceso a rincones de datos que antes parecían lejanos. Empresas, gobiernos, y otras entidades digitales como son las redes sociales, albergan enormes bancos de datos que, con una estructura y organización como la que ofrece el Big Data, podrían conducir a la formación de patrones que mejorarían la eficacia de los procesos y la rentabilidad de las organizaciones aunque, con todas estas bondades, también viene otra cara de la moneda.

Sin embargo, con una mayor apertura a la información, llega el aumento de la delincuencia cibernética. En un mundo en el que más de la mitad de sus habitantes (53%) está conectado a la red mundial (4.021 billones de personas) compartiendo datos importantes como números de tarjetas o contraseñas, la posibilidad de ser vulnerados o intervenidos a grandes escalas por delincuentes digitales es una realidad inminente. Cabe resaltar casos como el ataque mundial del ransomware WannaCry en mayo del 2017 a casi 2,000 servidores en 150 países.

México ha sido víctima de este tipo de ataques, aunque en muchas ocasiones llega a pasar desapercibido. Según datos de una empresa de ciberseguridad, cerca de 1.5 millones de personas son atacadas por ciberdelincuentes diariamente, esta situación ha generado pérdidas de hasta 110,000 millones de dólares, por lo que es necesario fijar la atención a este tema. Una buena oportunidad para defenderse de estos embates es en utilizar el Big Data como aliado, ya que permite incrementar y adaptar la prevención y respuesta ante cualquier tipo de amenaza y reducir tiempos de reacción y defensa.

“Sin lugar a dudas, el Big Data se convertirá en una potente herramienta frente a los delitos cibernéticos, los cuales han logrado evolucionar al ritmo de los avances tecnológicos. Hoy, la protección y seguridad de nuestros datos, ya sean personales o corporativos, es vital debido al gran volumen de información que se maneja en el terreno digital, por ello, cada vez se necesita gente más especializada para manejar óptimamente el Big Data y para sacar el mejor provecho de este cúmulo de datos para fines comerciales, de desarrollo en marketing o seguridad en línea; por otro lado, también existe la posibilidad de que sea usado de manera negativa por medio del fomento al crimen cibernético. Teniendo en cuenta los dos lados de la situación, lo más conveniente será voltear la mirada y fijar la atención en los aspectos positivos de este enorme flujo e intercambio de datos”, dijo María Altuve, Directora Regional de Ventas para Latinoamérica de Diligent.

Así, el mundo del Big Data ha conseguido mejorar los modelos actuales de seguridad, ayudando a crear plataformas inteligentes destinadas a erradicar las amenazas virtuales detectando patrones de comportamiento malicioso. Otro beneficio de este universo informático es que puede analizar y ordenar los datos obtenidos respecto a los propios ciberataques para utilizarlos a su favor en forma de tareas de prevención, detección y respuesta.