De acuerdo con una publiucación de la revista Avance y Perspectiva del Cinvestav, el trabajo del neurocientífico Jason Shepherd y su equipo de investigación dedicado a estudiar esta proteína durante 15 años, se había demostrado que los ratones que carecían de Arc olvidaron cosas aprendidas unas 24 horas antes, además de que sus cerebros carecían de plasticidad.
De tal modo que, abundó, existe una ventana de tiempo temprano en la vida, en que el cerebro es como una esponja, que absorbe fácilmente nuevos conocimientos y habilidades, pero, sin la proteína Arc, esa ventana nunca se abre, refiere.
Señaló que no fue hasta que lograron capturar una imagen de la proteína en la cual se apreciaba que Arc se ensamblaba en estructuras grandes, por lo que se percataron de que estaban ante algo importante, pues la forma se asemejaba a una cápsula de un módulo de aterrizaje lunar, cuyas estructuras se parecían mucho al retrovirus del VIH.
Los investigadores analizaron la secuencia de proteínas de una forma diferente, lo que los llevó a descubrir que las regiones del código eran similares a las de las cápsides virales, una herramienta esencial para la infección viral, ya que las cápsides llevan la información genética del virus y la transmiten de una célula a otra en su víctima.
La publicación mencionó que partiendo de que Arc parece una proteína viral, los expertos diseñaron una serie de experimentos para probar si también actúa como tal.
Mencionó que primero determinaron que varias copias de Arc se autoensamblan en cápsidas huecas similares a virus y guardan su propio material genético (en este caso ARNm) dentro de ellas.
Cuando los científicos agregaron las cápsides a las células del cerebro del ratón, o neuronas, creciendo en un plato, Arc transfirió su carga genética a las células, apuntó.
Después de que los virus invaden las células del huésped, éstos emergen listos para infectar nuevamente y parece que Arc funciona de manera similar, subrayó.
Agregó que los científicos observaron que Arc había sido liberado de las neuronas del ratón y determinaron que las proteínas y su carga podrían ser absorbidas por otro conjunto de neuronas, y que a diferencia de los virus, la activación de las neuronas moviliza Arc, lo que desencadena la liberación de cápsides.