El amoníaco es un elemento fundamental que circula a través de los sistemas externos de control térmico de la estación para enfriar y mantener en la temperatura adecuada la electrónica y otros sistemas de la estación.
Una primera fuga se detectó en 2007. En noviembre de 2012 la astronauta estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko Hoshide realizaron una caminata espacial para reparar el escape de amoniaco e instalar otro radiador por temor a que el original estuviera dañado por el impacto de un micrometeorito.
"La fuga se ha producido en la misma área, pero no sabemos si es la misma que entonces", dijo el portavoz de la NASA, Kelly Humphries, al portal especializado Space.com.
Humphries agregó que la tripulación de la nave "no corre peligro", si bien era pronto para determinar si sería necesario una nueva caminata espacial.
La fuga puede afectar al funcionamiento del canal generador de electricidad 2B a finales de año.
El generador tiene capacidad para alimentar a un gran número de componentes de la estación y si quedara fuera de servicio podría provocar un sobrecalentamiento en los sistemas que afectara a todo el complejo espacial.