El director de la Oficina de Información del Consejo de Estado, Wang Chen, anunció este jueves que el registro obligatorio con identidad real impuesto a finales de 2011 a los blogueros de Pekín, Shanghai y Cantón, será extendido al resto del país.
De esta forma, las autoridades chinas podrán controlar buena parte de las personas que participen en los microblogs, sobre todo al popular Weibo, que emula al estadounidense Twitter, donde hay verdaderos debates y comentarios sin censura sobre la actualidad.
Un documento publicado en octubre por la prensa oficial afirmó que el Partido Comunista de China (PCCh) quiere “endurecer la orientación y la administración de los servicios sociales de internet y las comunicaciones instantáneas, y regular adecuadamente la diseminación de información”.
El crecimiento exponencial del número de usuarios de internet en China, que cuenta con más de 513 millones de usuarios y es el primer país del mundo en número de ‘internautas’, ha provocado un desarrollo acelerado de la industria local de internet.
Pese a las restricciones impuestas por el gobierno y la censura, los microblogs –que limitan los comentarios a 140 caracteres- eran hasta ahora el mayor espacio de libertad de expresión en el país, al permitir informar de forma instantánea sobre manifestaciones o revueltas.
Todo ello pese a que el gobierno chino emplea a unos 30,000 ciberpolicías que se encargan de prohibir el acceso a páginas que hablan sobre temas como los incidentes de Tiananmen o la secta Falungong.
Para ello utilizan sofisticados sistemas informáticos que limita el contacto de la población con información sensible publicada por páginas web extranjeras.