“No es el único laboratorio, pero es el mejor y lo será durante los próximos 10 años”, destacó Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La UNAM es una de las 30 universidades mexicanas y estadunidenses participantes del proyecto, dijeron en rueda de prensa Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y France Córdova, directora de la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NSF).
Arámburo de la Hoz explicó que el observatorio en el que se han invertido hasta ahora 15 millones de dólares, ha requerido de más de seis años de trabajo.
Resaltó que el observatorio busca responder a las antiguas interrogantes del hombre: quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos y cuáles son las fuerzas que generan cambios.
Detalló que expertos de México y Estados Unidos han trabajado mano a mano, a temperaturas a veces inclementes, tras el sueño de saber qué es lo que pasa allá afuera, en el Universo.
Este observatorio, detalló, “es capaz de detectar la presencia de partículas que no son visibles al ojo humano, pero a través del conocimiento que se ha acumulado y el ingenio de los científicos, se puede observar a través de detectores, es decir, 300 tanques enormes de agua”.
“Es un éxito muy importante de la comunidad científica mexicana que, en colaboración con sus pares en Estados Unidos, han logrado instalar en nuestro país, el observatorio más importante del mundo actualmente, para la impresión de rayos gamma, de rayos cósmicos”, dijo.
En su oportunidad, Andrés Sandoval Espinosa, investigador del Instituto de Física de la UNAM, aseguró que en este observatorio se involucran 14 instituciones mexicanas y 16 estadunidenses, con 110 científicos.
“HAWC va a estar en operaciones continuas, observando dos tercios del universo diariamente, lo que transita arriba del observatorio se observa día y noche, no importa si llueve, cae nieve o graniza o hay sol”, afirmó.
“El observatorio ha sido optimizado para detectar rayos gamma de muy alta energía”, detalló, al indicar que son la luz más energética del Universo y “lo que estamos observando es luz con millones y millones de más energía que la que tiene la luz visible, que solamente se producen en las regiones más violentas del Universo”, enfatizó.
Añadió que hay fuentes fuera de nuestra galaxia, en otras muy lejanas, que producen rayos gamma de estas energías.
Detalló que los rayos gamma tienen tanta energía que se comportan como una partícula, lo que se llama un fotón, “estos no penetran la atmósfera, sino que chocan en lo alto de ella, a 50 o 100 kilómetros de altura”.
Expresó que “crean pares de partículas y antipartículas, materia y antimateria, electrones y positrones que se propagan por la atmósfera creando nuevos choques, más rayos gamma y pares de electrones y positrones”.
Manifestó que esto es lo que produce un chubasco que se va propagando a la velocidad de la luz por la atmósfera y llega, finalmente, a la superficie de la Tierra.