A la reapertura de las dos fábricas, que reducirán su capacidad productiva, se suma el regreso al trabajo del personal de oficinas en Suecia.
Se espera que la factoría de Volvo Cars en Carolina del Sur (Estados Unidos) vuelva a abrir el 11 de mayo, mientras las cuatro fábricas que tiene en China ya reanudaron su producción hace un mes.
La firma sueca, propiedad de la china Geely, ha asegurado que las instalaciones han sido limpiadas de forma extensiva y que se incrementarán las rutinas de higiene para sus trabajadores, incluyendo controles de temperatura voluntarios en la entrada principal.
Volvo Cars seguirá no obstante beneficiándose del programa de ayuda a la industria introducido por el Gobierno sueco, lo que implica una reducción de jornada para la mayor parte de sus empleados en Suecia.
El fabricante automovilístico, que tiene unos 41,500 empleados y el año pasado vendió más de 700,000 vehículos, ganó 9,603 millones de coronas suecas (857 millones de euros) en 2019, un 1.8 % menos interanual.