Hasta ahora, Toyota había previsto para el ejercicio fiscal 2013/2014, que termina el 31 de marzo, un beneficio operativo de 2.2 billones de yenes.
Los resultados de la automotriz japonesa se ven beneficiados por la debilidad del yen, que abarata los automóviles en el exterior, así como por la reducción de costes y el crecimiento de las ventas en el importante mercado norteamericano.
El anterior récord de ganancias de Toyota, de 2.3 millones de yenes, se había registrado en 2007, es decir, antes del estallido de la crisis financiera.
Toyota espera ahora lograr un beneficio neto de 1.9 billones de yenes en vez de los 1.6 billones inicialmente estimados.
Durante los nueve primeros meses del presente ejercicio fiscal, el beneficio neto se incrementó en un 135.4 por ciento, a 1.5 billones de yenes. La facturación aumentó en el mismo período en un 17.8 por ciento, a 19.12 billones de yenes.
Para el actual ejercicio, Toyota mantiene su previsión de vender 9.1 millones de vehículos, de ellos 2.6 millones tan sólo en Estados Unidos. La empresa espera aumentar sus ventas mundiales en el próximo ejercicio a 10.3 millones de unidades.