"La cooperación entre ambas empresas está pensada para muchos años, para décadas. Estoy seguro de que los proyectos iniciales serán grandiosos", afirmó el primer ministro ruso, Vladímir Putin, citado por las agencias locales.
Putin hizo éstas declaraciones durante la reunión que mantuvo con el presidente de la corporación estadounidense, Rex Tillerson, antes de la firma del citado acuerdo en la residencia del presidente electo ruso en las afueras de Moscú (Novo Ogoriovo).
La alianza petrolera, fruto de varios meses de negociaciones, contempla la adquisición por Rosneft de un 30 por ciento de las acciones de tres proyectos de Exxon en el estado de Texas, en la plataforma continental del Golfo de México y en la provincia canadiense de Alberta.
Además, ambos gigantes se comprometen a explotar los yacimientos submarinos en las aguas árticas del mar de Kara y en el mar Negro (Tuapse), y a realizar un estudio de viabilidad sobre la explotación de tres yacimientos de Rosneft en Siberia Occidental.
Con ese fin, ambas partes crearán empresas mixtas, en las que la petrolera rusa contará con el control del 66,7 por ciento de las acciones.
El todopoderoso viceprimer ministro ruso, Ígor Sechin, encargado de la cartera energética, estimó en 200-300 mil millones de dólares la inversión en Kara, donde se construirán unas quince plataformas petrolíferas.
En el mar Negro la inversión será menor, unos 55.000 millones de dólares, mientras las obras de perforación comenzarán previsiblemente en ambos casos en 2015, pronosticó.
Según los expertos, el acuerdo es muy importante para Rosneft, ya que también estipula el desarrollo conjunto de tecnologías de explotación de plataformas continentales, de las que la petrolera rusa carece en estos momentos.
Ambas partes se congratularon por el acuerdo que, en su opinión, les permitirá desarrollar las más modernas tecnologías de perforación petrolera que sean respetuosas con el medio ambiente.
