Renault encarga auditar su seguridad tras el caso de espionaje

Una portavoz de Renault confirmó que de esta auditoría "sobre las funciones de seguridad y los sistemas de información" se ocupa el administrador de la compañía Philippe Lagayette.

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El presidente de Renault, Carlos Ghosn.

El presidente de Renault, Carlos Ghosn, encargó una auditoría interna sobre los dispositivos de seguridad y los sistemas de información del fabricante automovilístico francés, sacudido por un presunto caso de espionaje de tres directivos, investigado por la justicia francesa.

Una portavoz de Renault confirmó que de esta auditoría "sobre las funciones de seguridad y los sistemas de información" se ocupa el administrador de la compañía Philippe Lagayette.

El procedimiento se activó en enero con el responsable de deontología de la empresa, Christian Husson, y el objetivo -según la portavoz- es "una investigación general" que no se limita al escándalo generado por la venta de informaciones sobre los vehículos eléctricos que se atribuyen a tres directivos despedidos a comienzos de ese mes.

La realización de esa auditoría fue revelada hoy por el diario "Le Monde", después de que "Le Canard Enchaîné" hubiera adelantado que uno de esos directivos, el antiguo director adjunto del programa del coche eléctrico de Renault, Matthieu Tenenbaum, no tuvo una cuenta bancaria en un banco suizo como se apuntaba en la acusación.

De acuerdo con "Le Canard Enchaîné", la fiscalía suiza informó de modo no oficial al fiscal de París el pasado día 17 de que Tenenbaum no había sido cliente del Zürcher KantonalBank por el que se suponía que había transitado el dinero que se sospechaba que recibió por secretos del fabricante automovilístico.

La comunicación formal de Suiza debe llegar en los próximos días y Renault no quiso comentar esas informaciones de prensa precisamente con el argumento de que esperan "las informaciones de la fiscalía".

La justicia francesa había lanzado el pasado 27 de enero tres comisiones rogatorias a Suiza (una a Zúrich y otra a Lausana) y a Liechtenstein para verificar si existían las cuentas bancarias que según la investigación interna de Renault se habían utilizado para cobrar por el espionaje.