El vehículo se basa en el pequeño auto eléctrico i3 y cuenta con un asistente de aparcamiento completamente automatizado que se activa por un reloj inteligente. Según BMW, el coche con el asistente del futuro encuentra un puesto de estacionamiento gracias a escáneres láser de 360 grados y otros sensores.
El auto debe conocer el plano general del edificio donde se encuentra el estacionamiento, pero no necesita señal GPS ni determinación de posición.