El anuncio lo realizó el presidente de la división latinoamericana de la compañía, Carlos Gomes, en una reunión con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La inversión le permitirá a Peugeot doblar la capacidad de producción de su fábrica en Porto Real (Río de Janeiro), que llegará a 300,000 vehículos y 400,000 motores por año.
La planta aumentará en 40,000 metros cuadrados y contratará a 1,700 empleados más, mientras que se va a duplicar el número de concesionarios en el país, hasta las 480 tiendas.
El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel, dijo en una rueda de prensa que esta inversión demuestra "el éxito" de la política industrial de Rousseff.
"Las empresas están viniendo cada vez más o trayendo nuevas fábricas a Brasil o expandiendo las fábricas que ya existen", afirmó Pimentel.
El mes pasado el gobierno brasileño elevó un 30 por ciento los impuestos a los automóviles importados y a aquellos producidos en Brasil que no cumplan una serie de requisitos y no tengan la mayoría de sus piezas hechas en el país.
La medida ha sido cuestionada por varios países en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que la consideran proteccionista y contraria al libre comercio.