Por otra parte, el BMW 700, lanzado inicialmente como coupé en 1959, y poco después como sedán, mantuvo a flote a la compañía gracias a su éxito en ventas. Sin embargo, en ese mismo año, en la Junta General Anual, la compra de la empresa por parte de Daimler-Benz AG estuvo a punto de realizarse. No obstante, el plan de reestructuración desarrollado por el accionista mayor, Herbert Quandt, que se basaba en la independencia de BMW AG, y en nuevos modelos, fue aceptado, y la venta se detuvo en el último momento.
En 1961, finalmente llegó el tan añorado éxito, con el BMW 1500. Este fue el primer vehículo de la “Nueva Clase”, el cual era un símbolo de individualidad al más alto nivel, gran confort y deportividad. En 1965, el modelo más potente hasta ese momento vio la luz con el BMW 1800 TI/SA, como plataforma para Motorsport, y al mismo tiempo, el nuevo eslogan que se mantiene hasta nuestros días: “El Placer de Conducir”.