La firma, con sede en Saint Paul (Minesota, Estados Unidos), anunció este martes unas ganancias de 7.81 dólares por acción durante el último ejercicio, frente a los 8.89 dólares que había obtenido en 2018.
Durante 2019, 3M facturó un total de 32,116 millones de dólares, cerca de un 2 por ciento menos que en el año anterior, cuando obtuvo 32,765 millones.
En el cuarto trimestre, datos a los que más atención prestaban hoy los mercados, la compañía obtuvo un beneficio neto de 970 millones de dólares, frente a los 1,349 millones que había logrado en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un fuerte descenso del 28 por ciento con respecto al ejercicio anterior.
La facturación del grupo se situó en el último trimestre del 2019 en 8,111 millones de dólares, un ligero ascenso interanual frente los 7,945 millones del último trimestre de 2018.
Como consecuencia de la presentación de los resultados, las acciones de la empresa cayeron cerca de un 3 por ciento en Wall Street una hora después de la apertura del mercado.
A lo largo del último año, 3M ha acusado de manera notable la guerra comercial entre China y Estados Unidos, así como por la desaceleración en el crecimiento de la economía china.
Sus ventas en la región Asia-Pacífico, que disminuyeron un 1.7 por ciento, se vieron dañadas por la débil demanda de los sectores del automóvil y la electrónica también en China.
En general, las ventas cayeron asimismo un 2 por ciento en Europa, Oriente Medio y África, mientras que Estados Unidos ha servido a 3M de acicate al aumentar sus ventas un 7.4 por ciento.
Responsables de la empresa achacan estos resultados a la reestructuración que afronta desde el pasado año y costes de litigación.
La empresa, conocida popularmente por sus materiales de oficina, cuenta con negocios en multitud de sectores, incluido el automotor, el electrónico y el de la alimentación y es una de las 30 incluidas en el Dow Jones de Industriales.