Cobo, que ha participado esta mañana en un desayuno informativo organizado por CajaGranada e Ideal, ha señalado que este es uno de los "grandes retos" a los que se enfrenta el sector y en el que tienen que trabajar gobiernos, organizaciones sindicales y empresas.
"En un mundo global tenemos que adaptarnos a la nueva realidad y poner orden en nuestra propia casa", ha señalado el director general de GM España, que ha abogado por crear un marco competitivo para que las empresas europeas puedan seguir compitiendo en este entorno, algo que habrá que hacer "a la velocidad que cambia el mundo".
Ha reclamado además acuerdos comerciales que sean "justos y equilibrados", sin ventajas para ninguna de las partes, para poder competir "de igual a igual".
"Si tenemos requerimientos específicos que suben nuestros costos de manufactura cuando producimos en Europa, no seremos competitivos frente a quienes no los tengan y la industria se moverá a otra parte del mundo", ha sentenciado.
Aunque ha reconocido que España puede ser mucho más competitiva que Alemania y Francia en algunos ámbitos, aunque mucho menos que los países del Este, ha considerado que el país no puede seguir haciéndose "más caro" si quiere mantener su industria de manufactura.
En concreto, ha ejemplificado como dato que el año que viene los aumentos de los costes energéticos a consecuencia del denominado "céntimo verde" tendrá un impacto de cuatro millones de euros para fabricar los mismos vehículos en la planta de Zaragoza.
"Me va a salir el producto más caro, que si quiero mantener mi posición competitiva hay que compensarlo de alguna manera y, a lo mejor, esa manera es reduciendo salarios", ha señalado Cobo.
Por otra parte, ha sido preguntado por la alianza estratégica entre GM (Opel) y PSA Peugeot Citroen y ha avanzado ya que cuentan con una compañía de gestión logística común que iniciará su andadura a partir del próximo año.
A esta gestión logística se sumará la unión de las compras entre ambos, lo que supondrá otra "ventaja competitiva", y el desarrollo de productos en común, fundamentalmente en lo que respecta a la "arquitectura" de los vehículos, que mantendrán las características de su marca.
Según Cobo, tanto Opel (GM) como PSA atraviesan en Europa situaciones similares a todos los fabricantes de volumen, dificultades comunes con el grupo Peugeot y Citroen por las que se necesitan "sinergias".