Si las ensambladoras en Brasil pronosticaban una recuperación en el segundo semestre del año, en especial tras la Copa del Mundo -con numerosos días feriados extraordinarios-, esas previsiones fueron rebatidas este jueves por una nueva oleada de cifras que auguran una acentuación de las perspectivas negativas.
La producción en agosto pasado cayó un 22.4 por ciento respecto al mismo mes de 2013, mientras las ventas mensuales retrocedieron un 17.2 por ciento interanual y –lo que es peor- un 7.6 por ciento respecto a julio.
Dichos indicadores muestran que la caída de las compras prosigue, pese al retorno habitual del calendario laboral, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea).
En total, la caída de las ventas es del 9.7 por ciento en los primeros ocho meses del año y, aunque Brasil se mantuvo como cuarto mayor mercado de vehículos -con 2.23 millones de unidades-, los resultados son decepcionantes para un sector en el que compañías de todo el mundo invirtieron decenas de miles de millones de dólares.
El sector automotriz negoció con los sindicatos la suspensión temporal de los contratos de trabajo (los llamados “layoff”), procesos que, en algunos casos, se alargarán hasta finales de año.
Esa medida tuvo como objetivo limitar las pérdidas y la acumulación de reservas, que en agosto seguían creciendo y se situaban en el equivalente a 42 días de ventas.
Asimismo, el sector ya suma más de 8,000 despidos en las cadenas de montaje, según la Anfavea, que enmarca estos resultados en un clima de recesión técnica de la economía brasileña y la reducción de las ventas a Argentina, a donde Brasil envía cuatro de cada cinco autos que exporta.
Esta situación de crisis –que el gobierno intentó revertir con descuentos fiscales- provocó que México superara este año a Brasil como mayor fabricante de vehículos de América Latina, pese a tener un mercado interno de apenas una tercera parte del brasileño.
Las asociaciones de productores de México celebran los “niveles históricos” de producción y exportación, que podrían hacer que 2014 terminara con un vuelco histórico, al ubicar a ese país como primer productor de América Latina, con 3.3 millones de unidades producidas.