El mandatario dijo que la intervención de los gigantes automotrices General Motors y Chrysler no "estaban en mi lista de cosas por hacer", porque inyectar fondos públicos significaría perpetuar malas decisiones de negocios.
Hablando ante trabajadores de una planta de ensamblaje de General Motors en Lordstown Ohio, Obama dijo sin embargo que dada la situación que enfrentaba el país, la inacción del gobierno habría tenido graves consecuencias.