En su intervención ante la asamblea general de accionistas que se celebra en Berlín, Zetsche informó de que Daimler tiene la intención de desprenderse de su participación, del 30 por ciento, en el fabricante de motores Iranian Diesel Engine Manufacturing.
"La política del actual Gobierno obliga a poner otras bases para nuestros negocios en Irán", dijo Zetsche.
Agregó que hasta la retirada de ese país, la compañía cumplirá sus contratos pendientes para "no perjudicar a la población iraní".
La política de Irán en materia nuclear, los ataques verbales de su presidente a Israel, las alegaciones de fraude en las pasadas elecciones y la persecución de disidentes del régimen han enrarecido las relaciones de Teherán con la comunidad internacional.
Así, buena parte de las conversaciones celebradas en los márgenes de la cumbre sobre seguridad atómica clausurada ayer en Washington tuvieron como protagonista las posibles sanciones contra el programa nuclear de Irán, país que no fue invitado a la reunión.