En Conferencia de Prensa en conjunto con AMIA e INA, el director general adjunto de la AMDA afirmó que del total de la venta de automotores nuevos entre enero y mayo de este año, 63.5 por ciento fueron a crédito.Por su tipo, Financieras de Marca (vinculadas a los fabricantes) tuvieron una participación de mercado de 67.8 por ciento con 160,854 unidades, seguido de Bancos con 28.8 por ciento y 68,231; mientras que Autofinanciamiento quedó con el 3.4 por ciento y 8,134 unidades nuevas.
En cuanto a la importación de vehículos usados extranjeros a México, el también vocero de la AMDA destacó que entre enero y mayo de este año se han internado 54,990, 10,319 menos, equivalente a una baja de 15.8 por ciento.
“A pesar del descenso, esta cifra representó el 14.7 por ciento del total de automotores nuevos vendidos en el mismo lapso de referencia”, comparó.Sobre la venta de vehículos ligeros en junio, el directivo confirmó que se comercializaron 62,837 vehículos ligeros nuevos, lo que representó una disminución de 41.14 por ciento en comparación con el mismo mes de 2019 cuando se vendieron 106,762 unidades, esto fue una diferencia negativa de 43,925 automotores.
“La comercialización de vehículos ligeros nuevos durante el periodo enero a junio fue de 436,445 unidades, cifra 31.85 por ciento menor a la registrada en el primer semestre de 2019, con ello se han vendido 204,065 menos vehículos en el periodo”, ratificó.
La estimación de AMDA para el mes de junio fue de 61,186 unidades en el primer escenario y de 44,256 en el escenario negativo; respecto del primer escenario la diferencia con la venta en el mes fue de 2.7 por ciento, apuntó.
“Para el total de ventas anuales el primer escenario contempla una caída del 30 por ciento con una colocación de 921,055 unidades, mientras que el escenario negativo ubica una caída del 46.8 por ciento con la comercialización de 700,649 unidades”.
Rosales Zárate explicó que la comercialización de vehículos ligeros nuevos durante el mes de junio continuó siendo afectada por la pandemia COVID-19, tanto por la suspensión de actividades en los pisos de venta en la mayor parte del país durante la mayoría de los días hábiles del mes, así como por la crisis económica que se ha incrementado por la situación sanitaria.
“El deterioro de la confianza empresarial y de los consumidores se encuentra en los niveles más bajos desde que se lleva registro, así como la pérdida de empleos, con lo que el entorno continuará siendo negativo. Derivado de las disposiciones de las autoridades sanitarias federales, se ha establecido el semáforo sanitario diferenciado por entidades federativas (en algunos casos incluso por regiones dentro del mismo Estado) atendiendo la gravedad de la incidencia del COVID-19”, dijo.
Esto ha llevado a que a partir del 1 de junio se haya autorizado el funcionamiento de los pisos de venta de las distribuidoras en algunas entidades como Jalisco, mientras que Nuevo León inició la apertura el 11 de junio y la Ciudad de México apenas el 29 de junio, por mencionar las tres principales zonas metropolitanas del país.
A la fecha continúan cerradas las operaciones en algunos estados como Puebla y Morelos, así como la mayor parte de Veracruz, por ejemplo. Incluso, advirtió, existe el riesgo de que se ordene la suspensión de actividades comerciales si se determina el cambio del semáforo sanitario al color rojo.
“Con todo ello, continúa la incertidumbre en el mercado automotor. Las distribuidoras de vehículos automotores han realizado un esfuerzo muy importante para atenuar los impactos negativos de la suspensión de actividades manteniendo operaciones de atención a los clientes de forma remota”, culminó el directivo.