La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) dio a conocer que durante 2021 se importaron un total de 10,745 unidades usadas que comparadas con las 10,507 unidades importadas durante 2020, representan un incremento de 2.3%.
Durante el pasado mes de diciembre, se importó un total 812 vehículos pesados usados, que comparados con los 1,265 importados durante dicho mes el año pasado representan una disminución del 35.8%.
De enero a diciembre de 2021 se importaron un total de 7,464 unidades usadas de carga que comparadas con las 7,526 importadas el mismo mes del año pasado, representaron una disminución de 0.8%. Por otra parte, las unidades importadas de pasajeros a diésel durante dicho año sumaron 3,128, lo cual significó un crecimiento de 13.3% comparadas con las 2,762 unidades importadas durante 2020.
Al respecto Miguel Elizalde, comentó que “las cifras registradas durante 2021, representan las más altas desde 2014, de hecho, el total de vehículos pesados importados usados durante 2021 (10,745), equivale a poco más de un tercio del total de ventas (31,970 unidades) registradas durante el mismo año, es decir que por cada 100 vehículos nuevos vendidos en 2021, se importaron de forma adicional 34 unidades usadas”.
La importación de unidades chatarra es perjudicial para la economía y para la sociedad por los impactos en materia ambiental y riesgos a la seguridad vial, pero también para el mercado secundario de vehículos, al reducir y afectar el valor del patrimonio de transportistas cuando desean vender sus unidades al enfrentar una oferta de vehículos a un menor precio.
Al afectar el precio de venta de vehículos usados, se reduce el monto disponible para el enganche con el cual los transportistas podrían optar por financiamiento para adquirir unidades nuevas. Su patrimonio pierde valor de un día para otro por la importación de vehículos usados chatarra.
“De la misma manera, la importación de vehículos chatarra detiene el avance de la electrificación de la flota y pone en riesgo los empleos, las cadenas productivas y la derrama económica en el país”, dijo Elizalde
“Los vehículos importados usados chatarra, en muchos de los casos, no cuentan con refacciones, ni tampoco con servicio de mantenimiento y post venta. Lo que hace que su funcionamiento, de por sí limitado, se haga más ineficiente y comprometa el patrimonio de sus propietarios. Adicionalmente, no podemos tener una discrepancia normativa en la que vehículos de desecho en Estados Unidos puedan circular sin restricción alguna en nuestro país. Necesitamos un mínimo de medidas de seguridad y estándares medio ambientales como criterio para la importación,” subrayó Elizalde.
Adicionalmente, Miguel Elizalde mencionó que el día 28 de febrero la ANPACT y sus consejeros sostuvieron una reunión de trabajo con el Arq. Rogelio Jiménez Pons, Subsecretario de Transporte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes en la que se abordaron, entre otros, la importación de vehículos usados, la importancia de la renovación vehicular, y el desempeño de la industria.