"Este es un momento decisivo", afirmó Maria AlJishi, presidenta del Órgano de Supervisión. "Con la introducción del Procedimiento de Apelaciones y Quejas, estamos estableciendo nuevas vías para empoderar a las comunidades e individuos vulnerables, garantizando que sus voces sean escuchadas y sus derechos respetados".
Las nuevas salvaguardas permiten a las personas afectadas por actividades bajo el mecanismo apelar decisiones o presentar una queja. Este es un paso crucial hacia el desarrollo de un nuevo mercado internacional de carbono que establezca el punto de referencia para créditos de carbono de alta integridad.
"Siento una sensación de alivio de que después de años de debate sobre las apelaciones, finalmente hayamos creado un sistema sólido; uno que nos hace responsables de nuestras decisiones y garantiza que las actividades que aprobamos sean responsables de sus impactos", añadió el vicepresidente Martin Hession. "En un mundo donde el Estado de derecho y los derechos humanos están amenazados, no estoy poco orgulloso de que hayamos desempeñado nuestro pequeño papel en la defensa de estos principios fundamentales".
El Procedimiento de Apelaciones y Quejas entró en vigor de inmediato, lo que marca un hito importante en la puesta en funcionamiento del Mecanismo de Acreditación del Acuerdo de París.
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