ONG personifica a Von der Leyen, Macron y Scholz para denunciar gas y nuclear

La organización ciudadana mundial Avaaz protestó este miércoles contra la posibilidad de que la Comisión Europea considere ciertas plantas de gas y nuclear al mismo nivel que las fuente renovables figurando que la presidenta de esa institución, Ursula von der Leyen; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Sholz, entierran el Pacto Verde europeo.

Tres activistas con caretas de esos tres líderes participaron en una acción en la plaza frente a las sedes de la Comisión Europea y el Consejo de la UE enterrando con palas en una tumba con una lápida en la que podía leerse “Pacto Verde de la UE”, en referencia al plan comunitario que recoge los objetivos de reducción de emisiones de la UE para 2030 y 2050.

La protesta se produce el mismo día en que la Comisión Europea presenta su propuesta para dirigir las inversiones hacia las energías limpias, conocida como taxonomía.

“Estamos aquí ante la Comisión Europea para decir que el gas y la energía nuclear no pueden formar parte de la taxonomía”, indicó a Efe el activista de Avaaz Sam Ryan.

Según dijo, eso implicaría poner la etiqueta de “verde” al gas y a la nuclear, lo que permitiría “canalizar miles de millones de euros para financiar proyectos sucios, dinero que necesitamos para las fuentes renovables”, lo que aseguró hará que la UE no pueda cumplir sus metas para 2050.

“Esta decisión corre el riesgo de matar el Pacto Verde”, apostilló.

Desde la organización, señalaron que con esta acción pretenden mostrar “el terrible desencanto de la ciudadanía europea con la decisión de la Comisión Europea de declarar el gas y la energía nuclear como inversiones sostenibles en la taxonomía”.

El Ejecutivo comunitario, que lleva varios años preparando la controvertida normativa, envió el pasado 31 de enero su propuesta a los Veintisiete y otras partes involucradas.

En ella se proponía considerar sostenibles las plantas nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las de gas para generación eléctrica que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.

La CE dio de plazo hasta el día 12 para presentar comentarios y análisis al controvertido borrador, fecha que se amplió después hasta finales de enero.

Una vez presentada oficialmente la normativa, la taxonomía sobre la energía, que tiene forma jurídica de acto delegado, entrará en vigor si no se presentan objeciones con las mayorías necesarias en un plazo de dos meses.

Francia lidera el bloque que aboga por recurrir a la energía nuclear, que apenas genera CO2 pero conlleva otros problemas como la seguridad o los residuos radiactivos, con el apoyo de países como República Checa, Hungría o Finlandia.

Alemania tampoco cree que la energía atómica deba considerarse sostenible, pero sí apuesta por el gas para transitar hacia una economía descarbonizada a mitad de siglo.

Y un tercer bloque de países, entre los que se encuentran España, Austria, Dinamarca o Luxemburgo, rechazan abiertamente ambas opciones y piden que no se le dé el mismo trato a las renovables que al gas y a la nuclear.