Para aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento, México necesita aumentar la productividad, acelerar la digitalización y mejorar los resultados educativos y la oferta de vivienda

El crecimiento de México ha demostrado ser resistente y la deslocalización está generando nuevas oportunidades, con un crecimiento respaldado por la demanda interna respaldado por un mercado laboral fuerte, una tendencia al alza en la inversión y un dinamismo continuo en el desempeño de las exportaciones, según un nuevo informe de la OCDE.

Sin embargo, para aprovechar plenamente el potencial de crecimiento futuro de México se necesitarán reformas estructurales para abordar desafíos de larga data, impulsar la productividad y reducir las desigualdades de oportunidades.

Impulsar la inversión en educación de calidad, continuar los esfuerzos para impulsar la participación laboral femenina y mejorar en general la inclusión del mercado laboral, al tiempo que se impulsa la conectividad digital en todo el país, así como los esfuerzos anticorrupción y la inversión en energías renovables, ayudarán a México a aprovechar las oportunidades de crecimiento relacionadas con la deslocalización. .

Después de crecer un 3,1% en 2023, se proyecta que el crecimiento del PIB se desacelere a un 2,5% este año y a un 2,0% en 2025. La desaceleración de la actividad en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, afectará el dinamismo de las exportaciones, pero la demanda interna sustentará el crecimiento. y se espera que la inflación siga disminuyendo. La inflación general ha disminuido gradualmente desde su máximo del 8,7% en agosto de 2022 al 5,5% en 2023 y se espera que siga disminuyendo hasta el 4,1% este año y el 3,2% en 2025. La inflación subyacente también está cayendo, pero sigue siendo más persistente, especialmente en servicios.

La política fiscal de México tiene un sólido historial de cumplimiento de objetivos fiscales y mantenimiento de la deuda pública baja. Sin embargo, con un 16,7% del PIB, México tiene la relación impuestos/PIB más baja de la OCDE. Existe la oportunidad de aumentar los ingresos tributarios sin dejar de ser competitivo a nivel internacional, apoyando la continuidad de la prudencia fiscal y al mismo tiempo aumentando el gasto público en áreas que mejoran la productividad como la educación, la infraestructura, las transiciones digital y verde y la lucha contra la corrupción y el crimen. Mejorar el marco fiscal también ayudaría a aumentar la resiliencia ante shocks futuros, incluso creando el espacio fiscal para brindar apoyo durante las crisis.

La proximidad geográfica a Estados Unidos y las ventajas estructurales, incluida la apertura al comercio exterior y la inversión respaldada por un uso extensivo de acuerdos comerciales, un gran mercado interno y estabilidad política, brindan oportunidades significativas para que México capture eslabones adicionales en las cadenas de valor. Hacer uso de recursos energéticos renovables también podría convertirse en una ventaja competitiva para atraer más inversiones de empresas que busquen descarbonizar su producción. Para aprovechar estas oportunidades será necesario abordar desafíos de larga data, como la baja productividad y la alta desigualdad de oportunidades, que han impedido que México alcance su pleno potencial de crecimiento.

"México ha navegado muy bien en el desafiante entorno económico mundial. La política monetaria respondió decisivamente a la alta inflación. Combinado con los efectos de la caída de los precios de las materias primas y la apreciación del tipo de cambio, la inflación está volviendo gradualmente a su objetivo. La política monetaria debe seguir siendo restrictiva para garantizar la La tendencia a la baja continúa", dijo el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, al presentar la Encuesta junto con el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, Gabriel Yorio González. "Impulsar la productividad es fundamental. Aumentar gradualmente los ingresos tributarios ayudaría a abordar las necesidades de gasto en áreas que mejoran la productividad, como la educación, manteniendo al mismo tiempo la prudencia fiscal. Actualizar la infraestructura digital, reducir la carga regulatoria sobre las empresas, aumentar la competencia y apoyar la participación femenina en la fuerza laboral impulsaría dinamismo empresarial para ayudar a estimular el crecimiento a largo plazo".

A pesar de las mejoras, mediante, por ejemplo, un aumento reciente en la participación femenina en la fuerza laboral y reformas del mercado laboral, las desigualdades de oportunidades siguen siendo altas en México. Establecer un sistema nacional de educación infantil y ampliar gradualmente los servicios formales de cuidado de personas mayores también ayudaría a facilitar una mayor participación femenina en el mercado laboral, ya que actualmente las mujeres cargan con una parte desproporcionada de las responsabilidades domésticas y de cuidado.

Mejorar los resultados educativos, ayudando a los mexicanos a adquirir las habilidades necesarias para participar y beneficiarse de un mercado laboral en evolución, y reducir la informalidad también son claves para reforzar el potencial de crecimiento.

El acceso a una vivienda adecuada sigue siendo un desafío en México. Los altos precios y el acceso limitado al crédito significan que muchos ciudadanos no pueden permitirse comprar una casa. Un mercado de alquiler de viviendas subdesarrollado y una oferta insuficiente de viviendas sociales y asequibles llevan a muchos hogares a autoconstruir o residir en asentamientos informales, alimentando la segregación espacial que impacta negativamente a grupos ya vulnerables que luego tienen un acceso limitado a empleos, transporte y servicios urbanos. Las políticas recientes dirigidas a los hogares de bajos ingresos son bienvenidas, y ampliar la gama de subsidios de vivienda y fomentar el desarrollo de un sector de viviendas de alquiler social serían pasos adicionales valiosos.