El reporte clasificó a los países en tres niveles según su grado de avance, encabezados por Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y Uruguay en el nivel 1, seguidos por Chile y México en el 2, y por último Ecuador y Perú en el 3.
"América Latina se enfrenta a varios desafíos para poder movernos de la medicina tradicional a la medicina personalizada y para que realmente se pueda producir ese cambio es necesario que todo el ecosistema de salud evolucione", afirmó Marianne Chacón, directora del Equipo de Salud Digital en Roche USA.
Chacón participó en la presentación del reporte "Medicina personalizada en América Latina: Universalizar la promesa de innovación", durante el Roche Press Day, un evento virtual que reúne a especialistas de toda la región.
La medicina personalizada no se enfoca en tratar enfermedades, sino personas, expuso Alan Lovell, autor del reporte y asociado sénior de Política sanitaria y Evidencia clínica en The EIU.
Esto significa, detalló, que los avances médicos, la tecnología, la genómica y la ciencia de datos confluyen en un nuevo enfoque para acompañar a cada paciente en su propio recorrido, desde la prevención hasta el tratamiento, e identificar una atención única.
"Los países latinoamericanos han dado algunos pasos iniciales en el camino hacia la medicina personalizada, pero queda mucho por hacer para asegurarse de que estas innovaciones estén disponibles para la población en general", manifestó.
Mientras que los países de nivel 1 están "listos para decidir" si desean crear un enfoque integral para avanzar hacia esta forma de medicina, los de nivel 2 aún están "fortaleciendo las bases" y los último apenas "están comenzando el viaje", enunció.
"La situación de América Latina, la coyuntura en que nos encontramos está complicada en el sistema, pero nuestro ecosistema de salud es muy variado, es muy heterogéneo", observó Raquel Panigua, vicepresidenta de la Asociación Dame tu Mano, que apoya a mujeres con cáncer en Uruguay.
Entre los desafíos que afronta la región para una atención de salud personalizada, el reporte resaltó la falta de voluntad política, la carencia de una visión holística, regulaciones ineficientes y una visión que percibe a la salud como un gasto en vez de una inversión.
A estos retos, hay que añadir que Latinoamérica es la región más afectada por la pandemia de la covid-19, con más de 10.2 millones de casos y 374,000 muertes del total de 38.4 millones de contagios y casi 1.1 millón de decesos a nivel mundial.
"Esto puso un cambio agudo a las prioridades del mundo en general y de nuestra región en particular y todavía estamos estudiando el posible daño colateral", lamentó Federico Augustovski, director de Evaluación de Tecnologías Sanitarias en el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (Iecs) en la Universidad de Buenos Aires.