Actualmente, los blancos nacidos en el Reino Unido representan el 45 por ciento de la población total de la capital británica, en comparación con el 58 por ciento de 2001, cuando se hizo el último censo en Inglaterra y Gales.
La razón principal para este descenso de trece puntos porcentuales es el fuerte aumento de residentes de origen extranjero, que creció un 63 por ciento desde 2001 en Inglaterra y Gales.
En Londres, el 37 por ciento de los habitantes han nacido fuera del Reino Unido, cuando hace diez años este segmento de la población representaba solo el 25 por ciento.
La mayoría de los extranjeros residentes en Londres proceden de la India, que conforma el 3 por ciento del total de habitantes de la capital británica, seguidos de los originarios de Polonia, que alcanza el 2 por ciento.
También ha influido el importante aumento de los británicos de raza negra, asiática o mestiza, según los resultados de este censo realizado el 27 de marzo de 2011 en los 348 municipios de Inglaterra y Gales y divulgado hoy por la ONS.
Así, los británicos de raza asiática suman el 18.4 por ciento de la población londinense mientras los de raza negra son el 13.3 por ciento.
La inmigración es la causa de más de la mitad del aumento de la población británica, que ha crecido un 7 por ciento hasta los 56.1 millones en 2011 (53 millones en Inglaterra y 3.1 millones en Gales), frente a los 52.4 millones de 2001.
Los residentes de origen extranjero han pasado de ser 4.6 millones en 2001 a 7.5 millones el pasado año y ya representan el 13 por ciento del total de la población.