La segunda cámara del Parlamento, el Senado, votó hoy mayoritariamente, tal como se esperaba, a favor de anular una ley en ese sentido.
"Maravillosas noticias para las familias y las pequeñas empresas en Australia", comentó el primer ministro Tony Abbott.
La anulación del impuesto a las emisiones de CO2 para las 350 empresas más grandes, implementado a fines de 2012, fue una de las promesas electorales del gobierno conservador.
El impuesto limita la capacidad de competir, carga innecesariamente a los hogares y ayuda poco en la protección del medio ambiente, se argumentó.
Según la ley anulada, las empresas debían pagar 24 dólares australianos (22 dólares estadounidenses) por cada tonelada de emisiones de dióxido de carbono.
El gobierno de Abbott asegura que su supresión ahorra a los hogares unos 550 dólares al año en las facturas de electricidad y gas. (DPA)