El crecimiento de las importaciones y exportaciones ha sido vertiginoso, sostuvo ayer un alto funcionario chino, quien recordó en una reunión con periodistas extranjeros que hace tan sólo once años las transacciones comerciales apenas superaban los 10.000 millones de dólares.
Así, las exportaciones chinas sumaron 121.700 millones de dólares en 2011, mientras que las importaciones totalizaron 119.000 millones, con subidas respectivas del 32 y 30 %, dijo Yuzhong Lu, consejero del Departamento de América y Oceanía del Ministerio chino de Comercio.
China, convertido en la última década en el segundo socio comercial de toda América Latina después de EEUU, "es un mercado con fuertes demandas de consumo" que no sólo quiere "importar materias primas, sino también productos (latinoamericanos) manufacturados, incluidos los que tienen alto valor agregado", aseguró.
"Todo tipo de productos provenientes de América Latina encontrarán consumidores en China", prometió Yuzhong, quien aseguró que el Gobierno chino tiene "altas expectativas respecto a la cooperación comercial y económica entre ambas partes, por la complementariedad que tienen entre sí".
Respecto a las inversiones, las oportunidades son también muy grandes y que por ello Pekín alienta y apoya a compañías de diferentes sectores a invertir en América Latina, en áreas tan diversas como manufactura, agricultura, energía, minería, infraestructura, servicios e innovación en ciencia y tecnología".
Al analizar la evolución del comercio con la región, el funcionario chino destacó también que el comercio con América Latina ha tomado cada vez más importancia para su país, pasando de representar un 2,6 % del comercio exterior chino en el año 2000 al 6,6 % ciento en 2011.
Precisó que por, por orden de importancia, los principales socios comerciales de China en la región son actualmente Brasil, México, Chile, Venezuela y Argentina.