Segundo favorito y ocho veces campeón en el certamen catalán, Nadal perdió por 6-4 y 7-6 (8-6) ante el número 30 del ranking en dos horas exactas de juego y sumó una nueva caída que enciende definitivamente las luces de alarma para el rey de la arcilla.
Autocrítico como pocas veces, Nadal calificó su rendimiento como "un desastre", su juego y su derecha como "vulgar" y admitió que la derrota supone un "golpe" después de las buenas sensaciones que había tenido la semana pasada en Montecarlo, donde cayó en semifinales ante el serbio Novak Djokovic.
"Pasé una semana, la pasada en Montecarlo, llena de buenos momentos. Fue la mejor del año. Pero ésta es todo lo contrario, una semana muy negativa. Creía que le podría dar continuidad a esos días, pero no ha sido así", señaló un aturdido Nadal. "Tal y como venía de Montecarlo está claro que es un golpe para mí", concedió tras su caída por los octavos de final.
El español sufrió hoy su segunda derrota del año ante Fognini, que ya lo había sorprendido en las semifinales de Río de Janeiro en febrero luego de perder en sus cuatro encuentros previos, y la tercera de su carrera en Barcelona, donde ganó 43 partidos.
Sus únicas dos caídas en el tradicional Conde de Godó habían sido el año pasado, ante Nicolás Almagro en cuartos de final, y en la segunda ronda de 2003 frente al también español Alex Corretja.
Desconocido, Nadal cometió hoy 30 errores no forzados frente a 17 winners y apenas pudo concretar tres de 14 posibilidades de quiebre. Buena parte de los problemas del ganador de 14 títulos de Grand Slam surgieron de una derecha que ya no tiene la misma chispa de siempre.
"No he conseguido impactar la bola cuando lo he de hacer y cuando eso ocurre mi juego es vulgar. Mi derecha ha sido vulgar hoy", analizó.
El español tuvo de todas formas la posibilidad de dar una vuelta al encuentro en el segundo set, en el que estuvo quiebre arriba y llegó a servir para el parcial.
Sin embargo, Fognini se recuperó, y el partido se fue al tie-break. El italiano se colocó 6-3 en la definición y si bien el español consiguió igualar y amenazó con lograr la remontada, Fogini logró dos nuevos puntos para llevarse el encuentro en su cuarto match point tras un devolución larga de un Nadal casi resignado.
"Fognini ha jugado mejor que yo y ha merecido ganar. Yo no lo he merecido. Hasta que no resuelva los altibajos que estoy demostrando esta temporada seguiré siendo vulnerable", admitió Nadal.
"He jugado mal. No he conseguido jugar agresivo y he fallado más de lo habitual. No he conseguido mantener la ventaja que tenía. Ha sido desastre pero he de aceptar la situación", añadió.
El español, que estrenó en esta gira una nueva raqueta, tendrá ahora como próximos desafíos los Masters 1000 de Madrid y Roma, donde intentará enderezar la temporada y llegar de la mejor forma a un Roland Garros en el que por primera vez en mucho tiempo no será el indiscutible favorito.
"Ha sido un día negativo y miro hacia delante hacia Madrid. Toca aceptar o morir y elijo aceptar porque quiero dar opciones para el futuro", dijo filosófico Nadal.
El español apenas pudo ganar un título esta temporada, en Buenos Aires, algo casi inédito a esta altura del año para un jugador que dominó como nadie sobre canchas lentas. Su anterior trofeo había sido en el Abierto de Francia de 2014.
Fognini, en tanto, dijo sentirse "realmente feliz" por su victoria. "Debes jugar a tu mejor nivel para vencer a Rafa en arcilla. Intenté cerrarlo cuando tuve esos tres match points, pero él fue demasiado bueno", comentó el italiano, que se medirá en cuartos de final al español Pablo Andújar, vencedor de su compatriota Feliciano López por 6-3 y 6-4.
A diferencia de Nadal, los favoritos Kei Nishikori y David Ferrer no tuvieron problemas para avanzar a cuartos.
Poco menos de una hora y media le demandó a Ferrer vencer por 6-3 y 6-4 al joven sueco Elias Ymer e instalarse entre los ocho mejores del certamen catalán. En la próxima ronda, el español se medirá con el alemán Philipp Kohlschreiber, que venció al francés Benoit Paire 6-4 y 7-6 (8-6).
Un rato antes, Nishikori batió sin inconvenientes por 6-2 y 6-1 al colombiano Santiago Giraldo y también se metió en los cuartos, instancia en la que se medirá con el español Roberto Bautista-Agut, que derrotó por 7-6 (7-5) y 6-2 al uruguayo Pablo Cuevas.
En lo que fue la reedición de la final del año pasado, Nishikori volvió a derrotar a Giraldo, tal como lo había hecho en cinco de los seis enfrentamientos anteriores.
"Puedo figurar como máximo favorito aquí, pero no creo que sea de esa manera", afirmó el máximo favorito tras la victoria. "Hay tantos buenos jugadores españoles aquí, que tienes que vencer a un montón de ellos", añadió el japonés.
Por su parte, el eslovaco Martin Klizan venció por 6-4 y 6-3 al dominicano Víctor Estrella y ahora se cruzará con Tommy Robredo, que superó 6-2 y 6-2 a Marcel Granollers en un duelo de españoles. (DPA)