De acuerdo con el especialista lo anterior es significativo, porque la esperanza para mejorar la calidad de los pacientes incrementa y el costo del tratamiento se reduce de un 30 a un 40 por ciento, lo que se traduce en que un mayor número de pacientes puede ser atendido en el Sector Salud.

El farmacólogo clínico explicó que los tratamientos biosimilares o biocomparables son lo más cercano a los medicamentos biológicos, cuyas patentes están caducando.

Puntualizó que los medicamentos biosimilares no son genéricos ni idénticos al innovador, pero que salen al mercado con la misma eficiencia que los biológicos, es decir, con la capacidad de curar y la seguridad de no afectar al paciente.

Lo anterior, dijo, debido a que son sometidos a una farmacovigilancia estricta e intensiva, "pues usar productos que no cuentan con toda la evidencia de biosimilaridad representa un riesgo para los pacientes".

Al participar en el “Seminario sobre la importancia de los medicamentos biológicos y biosimilares en el tratamiento de la artritis reumatoide”, organizado por una reconocida farmacéutica estadunidense, el experto del Cinvestav presentó la ponencia “Mejorando las acciones para los pacientes: ¿Por qué son importantes los biológicos y los biosimilares?.

En ella, Gilberto Castañeda detalló que un medicamento biosimilar o biocomparable se hace por ingeniaría reversa: “se compra el innovador comercial y de ahí se va a la información para lograr algo similar, no idéntico, y debe comprobar su eficacia y seguridad equivalente”.

Respecto a las reacciones que se pueden desarrollar al utilizar medicamentos biosimilares, indicó que las adversidades son muy similares a las de los biológicos y que dependen de cada organismo, de ahí que se necesite vigilancia médica para cada tratamiento.

En materia de efectos secundarios en los tratamientos de artritis reumatoide, padecimiento del que se reflexiona en el seminario que se reliza en Panamá, indicó que son diversos, por eso son existen varias opciones de tratamiento para una misma enfermedad.

Lamentó que en América Latina no haya acceso a la información, lo que ocasiona que muchos pacientes no tengan la oportunidad de someterse a algún tratamiento que podría mejorar su calidad de vida de manera significativa.