Merkel participó en un acto en la sede de la Cancillería en Berlín junto a un centenar de "Sternsinger", los niños que recuerdan la visita de los reyes magos procesando disfrazados y cantando con fines caritativos.
Pese al gesto cansado y la incomodidad de las muletas, la canciller de 59 años mostró buen humor y cantó junto a los niños. "Ahora necesito mis muletas", explicó al aclarar que había faltado a parte del acto porque no podía "ponerse de pie del todo bien".
La líder cristianodemócrata (CDU) tuvo que cancelar varios compromisos y viajes durante las próximas tres semanas para guardar reposo y recuperarse de la fisura que sufrió al caerse mientras esquiaba en sus vacaciones en los Alpes suizos.
Sin embargo, Merkel seguirá atendiendo asuntos de gobierno desde su casa y cumplirá con compromisos en Berlín. Mañana presidirá la primera reunión de su gabinete este año. Por el contrario, tuvo que cancelar una visita oficial a Polonia prevista para mañana.