La discusión fue iniciada por la Unión Cristianosocial (CSU), el partido de Baviera hermanado con la CDU de Merkel, y ha provocado el primer roce dentro del gobierno de coalición con los socialdemócratas.
"La CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD) discuten. Y la canciller actúa como si no se opusiera a todo esto", afirmó el político en el programa de la televisión pública alemana ARD "Morgenmagazin". "Ella preside el gobierno, planea sobre la Cancillería y les deja hacer sus cosas", agregó.
Özdemir exhortó a la CSU a no utilizar la discusión con fines políticos. "Mi impresión es que la única razón para el debate no es la libertad de movimiento de los trabajadores en la Unión Europea (UE), sino que la única razón es que el 18 de marzo hay elecciones locales en Baviera y la CSU tiene miedo", indicó.
El fin de las restricciones para trabajadores de Rumanía y Bulgaria desde el 1 de enero llevó a la CSU a abrir toda una polémica sobre la necesidad de imponer medidas a los inmigrantes para evitar abusos en el sistema social alemán. Entre otras medidas solicita que los inmigrantes no puedan acceder a ayudas sociales los tres primeros meses de residencia y que sean expulsados si cometen fraude.