La provincia aplica la ley islámica bajo un estatus especial otorgado por el gobierno central. "Estamos desplegando 150 efectivos para evitar reuniones de gente que encienda fuegos artificiales o toque trompetas en la noche de fin de año", dijo reza Kamili, el jefe de la policía religiosa en Banda Aceh.
Su personal ya se incautó de miles de artefactos pirotécnicos durante redadas en los últimos días. Los hoteles tampoco podrán celebrar conciertos musicales durante la noche.
La vicealcaldesa de Banda Aceh, Illiza Sa'aduddin Djamal, alegó que quien quiera celebrar el Año Nuevo tendrá que salir de la provincia. "Las celebraciones de Año Nuevo no son una tradición islámica", señaló. "Los no musulmanes pueden celebrarlas en sus propias casas".
Indonesia es el país con mayor población musulmana del mundo y en general la práctica de la religión es tolerante y moderada, pero la Sharia está implantada en Aceh desde la primera década del siglo como parte de los intentos del gobierno de calmar los reclamos de independencia.
En 2005 el gobierno y los rebeldes separatistas firmaron un acuerdo de paz poniendo fin a un conflicto armado que duró décadas y dejó más de 15,000 muertos, en su mayoría civiles.