Las madres centroamericanas en busca de familiares desaparecidos en su intento por llegar a Estados Unidos abandonaron hoy territorio mexicano en balsas por el río Suchiate lanzando una exigencia al gobierno federal para atender la problemática de las desapariciones.
En una marcha llegaron hasta las márgenes del afluente que sirve de línea divisoria entre México y Guatemala, para luego cruzar hacia territorio guatemalteco, donde en conferencia de prensa afirmaron que "corroboraron con indignación y suma preocupación las condiciones de inseguridad y violencia por las que han tenido que pasar sus familiares, al querer un mejor futuro para ellos y sus familias".
Lamentaron que el gobierno mexicano no cumpla con la Ley Migratoria, los tratados y convenios internacionales, en cuanto a la supresión de visas para cruzar por territorio mexicano, reparación del daño emocional causado a las familias con el pago de una indemnización por cada migrante fallecido y localizado.
Las organizaciones agrupadas en el Movimiento Migrante Mesoamericano declararon que "en la actualidad México se ha convertido en el holocausto de los migrantes" por la desaparición anual de 20,000 extranjeros que buscan el "sueño americano", pero caen en manos de bandas delincuenciales o de las propias autoridades.
"Los migrantes están expuestos a todo tipo de peligros, de la extrema violencia y de la inseguridad que los convierte en víctimas fáciles de la extorsión, el secuestro y hasta la muerte, pero México sigue sin ofrecer soluciones humanitarias, solidarias y hospitalarias, sustentadas en los derechos universales y en la seguridad humana versus la seguridad nacional", señalaron.
En una declaración final, leída por la coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, Martha Sánchez Soler, el grupo lamentó que no se le haya permitido ver a todos los migrantes recluidos en las cárceles, donde dijeron que "tampoco las autoridades han brindado el debido proceso de atención jurídica a los migrantes detenidos".
Asimismo, criticaron a los cónsules de las naciones centroamericanas acreditadas en México por "no tomarse la molestia de conocer y apoyar los casos que lo requieran".
"Comprobamos que tanto en los países de origen como de tránsito siguen dándose problemas estructurales que obligan a las poblaciones más pobres a migrar hacia el norte", sostuvieron.
Las madres igualmente afirmaron que continuarán haciendo presión a sus gobiernos para que incluyan en sus agendas el tema migratorio, especialmente de desaparecidos y fallecidos, así como la aprobación de leyes que protejan a los migrantes y sus familiares tanto en su lugar de origen, tránsito, destino y retorno.
La caravana se inició el pasado 2 de diciembre y recorrió 23 localidades de 14 estados mexicanos, en los cuales encontraron a nueve migrantes que daban como desaparecidos. En esta versión participaron 45 madres y padres de Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras y México.