Consciente de que el "clásico" en Londres la noche del martes era su anteúltimo ensayo antes del Mundial -aún queda otro amistoso con Chile en marzo-, Löw experimentó una extraña alineación "B" que convenció tanto como la titular.
"El equipo salió con ocho cambios con respecto al partido ante Italia (1-1 el viernes). Pero estuvo muy bien y me dejó absolutamente satisfecho", analizó el técnico. "Tenemos una gran oferta de jugadores", celebró también el manager del equipo, Oliver Bierhoff.
Alemania saltó al campo en Wembley sin pilares como Philipp Lahm, capitán del equipo, Bastian Schweinsteiger o Mesut Özil, creadores de juego, Sami Khedira, Miroslav Klose y Mario Gómez, referencias ofensivas, o el arquero Manuel Neuer.
Pese a las rotaciones y las bajas, el arquero Roman Weidenfeller -debutante a sus 33 años- no tuvo que intervenir ni una vez en 90 minutos. Inglaterra logró una única jugada de peligro: un disparo de Townsend al palo.
La "otra" Alemania se apoyó en un buen Toni Kroos, en un trabajo sólido de los hermanos Lars y Sven Bender en el mediocampo y en el capitán sustituto Per Mertesacker, autor del único gol del partido y el primero de cabeza que marca con la selección.
Mientras la Francia de Franck Ribéry y la Portugal de Cristiano Ronaldo sufrían para sellar su pase al Mundial, Alemania, clasificada ya desde principios de octubre, cerró así un año envidiable con un balance de nueve victorias, dos empates y una derrota.
"Concluimos un año muy especial con este cierre aquí en Inglaterra. Si el espíritu de este equipo sigue creciendo hasta el Mundial, realmente tenemos muy buenas posibilidades", confió Mertesacker, uno de los mejores de Alemania.
Löw hizo un balance detallado de los progresos en 2013. "Trabajamos bien en defensa, el equipo interiorizó la presión. También estamos bien en posesión, velocidad y dominio en el mediocampo. Debemos seguir trabajando el último tercio de la cancha".
El gran desafío pendiente de Alemania va más allá del trabajo de Löw: resolver la plaga de lesionados que carcome el equipo.
Klose y Schweinsteiger afrontan semanas de baja. "Estamos al límite. Si más adelante se producen lesiones importantes, me provocarán dolor de estómago", advirtió Löw la semana pasada.
Fue antes del partido ante Italia, en el que Khedira se rompió los ligamentos. También están lesionados Klose, Gómez, Schweinsteiger, Lukas Podolski e Ilkay Gündogan. Ante Inglaterra cayó ahora Mats Hummels, al que esperan semanas de pausa por un desgarro en el pie.
"Hasta ahora pudimos compensar correctamente esas bajas", dijo Löw tras el partido. "Pero por supuesto necesitaremos a los jugadores titulares para el Mundial".
Entre tanto, el técnico ya pone la mira en la próxima fecha clave del camino hacia Brasil: el sorteo para la fase de grupos a principios de diciembre.
"El sorteo comienza a darle verdadera forma a todo", explicó Löw, que se mostró ansioso por conocer ya a sus rivales y sobre todo las sedes donde jugará, un dato crucial para la organizada Alemania en un país con las dimensiones intimidatorias de Brasil.