El diplomático iraní dijo durante una reunión de la Junta de Gobernadores de la agencia nuclear de la ONU que la República Islámica quiere cooperar "de buena fe para encontrar las modalidades para superar asuntos existentes de una vez por todas".
Najafi destacó que Irán hará todo para asegurar que su "derecho a las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear no sea comprometido" y rechazó como "infundadas" las alegaciones de Occidente que ponen en duda la finalidad de las ambiciones atómicas iraníes.
Los representantes de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) habían reiterado ayer ante la Junta sus preocupaciones por las actividades nucleares de Irán e instaron al nuevo Gobierno de Rohani a poner en práctica sus recientes anuncios de cooperación.
El OIEA prevé reunirse con Irán el 27 de septiembre en Viena en una nueva ronda de negociaciones, con el objetivo de encontrar una modalidad para intensificar sus inspecciones y esclarecer así las posibles dimensiones militares del programa nuclear iraní.
Najafi no quiso hoy entrar en detalles sobre estas conversaciones y tampoco confirmó si él mismo liderará la delegación de su país.
El OIEA negocia desde el año pasado, sin éxito, sobre un llamado "procedimiento estructurado" para tener más acceso a lugares y expertos del programa nuclear de la República Islámica.
La comunidad internacional tiene la esperanza de que con el gobierno de Rohani y un nuevo equipo negociador se pueda alcanzar un acuerdo que le permita al OIEA avanzar en una investigaciones que ya dura diez años.
El lenguaje usado hoy por Najafi es más moderado y dialogante que el de su antecesor, aunque tampoco anunció un cambio sustancial de la política nuclear iraní para facilitar el proceso negociador.
Por otra parte, atacó explícitamente a Israel diciendo que este país "no tiene legitimidad ni apoyo" en Oriente Medio y lo acusó de querer distraer la atención de su propio programa nuclear militar haciendo "alegaciones sin sustancia contra un país miembro del Tratado de No Proliferación" como Irán.
De hecho, Israel no descarta un ataque militar contra la República Islámica para destruir o ralentizar el programa nuclear de ese país, ya que asegura sentirse amenazado por Irán.
Occidente, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza, temen que, bajo el paraguas de un supuesto programa civil, Irán quiera hacerse con conocimientos y materiales nucleares para un arma atómica.
Teherán rechaza estas alegaciones pero al mismo tiempo tampoco ofrece la cooperación y transparencia que el OIEA reclama desde hace años para poder dar garantías a la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha emitido desde el año 2006 cuatro rondas de sanciones diplomáticas, comerciales y nucleares contra Irán, unas medidas punitivas que Najafi calificó hoy como "ilegales y crueles". (EFE)