La inflación acumulada en los siete primeros meses del año se situó en el 3.18 por ciento, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El precio de alimentos y bebidas prosiguió su desaceleración y registró un descenso del 0.33 por ciento en el mes, mientras que los transportes bajaron un 0.66 por ciento.
En un intento de controlar la inflación, el Banco Central ha elevado paulatinamente en los últimos meses la tasa de los tipos de interés hasta el 8.50 por ciento anual.
El gobierno se ha fijado como meta una inflación del 4.5 por ciento, con una tolerancia de dos puntos porcentuales de variación en ambos sentidos.
Analistas privados calculan que la economía registrará este año una expansión de entre el 1.9 por ciento y el 2.5 por ciento, mientras que el gobierno eleva esa cifra hasta el 3 por ciento.