El carguero espacial ruso se acopla con éxito a la EEI en menos de 6 horas

La nave de carga rusa Progress M-20M se acopló con éxito a la Estación Espacial Internacional (EEI) menos de seis horas después de haber sido lanzada desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) en un viaje exprés que se completó en cuatro órbitas al planeta.

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La nave, que se acopló al módulo Pirs, que forma parte del segmento ruso de la EEI, fue puesta en órbita por un cohete ruso Soyuz-U lanzado desde el cosmódromo kazako a las 00:45 hora de Moscú (20:45 GMT).

La Nasa informó que el carguero, que no está tripulado, completó su maniobra automática de atraque a las 22:26 hora de Washington (02:26 GMT) a 418 kilómetros sobre la costa occidental de Sudamérica.

La nave, que se acopló al módulo Pirs, que forma parte del segmento ruso de la EEI, fue puesta en órbita por un cohete ruso Soyuz-U lanzado desde el cosmódromo kazako a las 00:45 hora de Moscú (20:45 GMT).

El carguero ruso transporta a la EEI agua, oxígeno, alimentos y combustible, además de equipos para los experimentos que realizan los inquilinos de la plataforma orbital.

Además, la nave de carga transporta a los tripulantes de la misión 36 de la estación herramientas que pueden servir para reparar los trajes espaciales, después de que el fallo en uno de ellos pusiera en riesgo el paseo espacial del astronauta italiano de la Agencia Espacial Europea Luca Parmitano.

Una filtración del agua en el casco del astronauta, que sigue siendo investigada y no se conocen las causas, obligó a suspender el paseo espacial.

El último carguero lanzado a finales del pasado mes de abril, el Progress M-19M, que se desintegró el pasado viernes en la atmósfera al término de su misión, tardó dos días en acoplarse a la EEI después de tener problemas para desplegar una de sus antenas de aproximación.

Los rusos Pável Vinogradov, Alexandr Misurkin y Fiódor Yurchijin, los estadounidenses Chris Cassidy y Karen Nyberg, y el italiano Luca Parmitano integran la actual tripulación a bordo de la EEI. (EFE)