El laborista Stoltenberg pronunció un breve discurso en el primero de los actos organizados hoy en Noruega para honrar la memoria de las 77 víctimas mortales de esos atentados.
El primer ministro depositó una corona a los pies del edificio del barrio gubernamental de Oslo ante el que Breivik colocó la bomba que acabó con la vida de ocho personas, e hizo un llamamiento a los noruegos para mantener la confianza frente al terrorismo.
Los actos conmemorativos continuarán en la catedral de la capital, con una misa a la que está previsto que asistan los príncipes herederos del país, Haakon y Mette-Marit.
Después se recordará a las víctimas en la isla de Utøya, donde el fundamentalista cristiano y ultraderechista, condenado a 21 años de prisión prorrogables de manera indefinida, mató a 69 personas que participaban en el campamento de verano de los jóvenes laboristas. (EFE)