Australia señala a Rolls-Royce por fallo en motor que se incendió en un A380

La Agencia de Seguridad en el Transporte Aéreo de Australia identificó a Rolls-Royce como responsable del incendio en el motor que obligó a un Airbus A380 de la aerolínea Qantas a aterrizar de emergencia en 2010 en Singapur.

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Un avión Airbus A380 de la aerolínea Qantas.

En el informe final presentado hoy, la agencia confirma que una grieta en un manguito provocó un escape de aceite que causó a su vez una reacción en cadena en el motor Rolls-Royce Trent 900, que se incendió y provocó daños en el ala izquierda y el fuselaje.

La agencia australiana señaló al fabricante como responsable del fallo, aunque agregó que Rolls-Royce ya ha subsanado el error que provocó el incidente en el A380, que se dirigía a Sídney desde la ciudad-Estado, el 4 de noviembre de hace tres años.

"Rolls-Royce también hizo cambios en el sistema de garantía de seguridad para mejorar la gestión de las partes adyacentes", precisó escuetamente el organismo de seguridad aérea.

"El accidente ocurrió al poco de despegar el aparato de Singapur. Sobre unos 7,000 pies de altitud sobre la Isla Batam, uno de los motores Rolls-Royce Trent 900 falló, disparando piezas contra el ala izquierda y el fuselaje", relata el comunicado.

"Hubo daños considerables en los sistemas eléctrico, hidráulico y otros. La tripulación consiguió controlar la multitud de fallos del sistema antes de retornar el avión y conseguir aterrizar el aparato", añadió.

El avión aterrizó sin que resultara herida ninguna de las más de 460 personas a bordo, pero el incidente dejó a decenas de A380 en tierra y causó el inicio de la investigación.

Rolls-Royce reconoció las conclusiones del informe de la agencia australiana y aseveró que ha subsanado los errores en el motor.

"Respaldamos las conclusiones de la agencia y, como indica el informe, hemos implementado las lecciones aprendidas a través de la ingeniería, fabricación y los procedimientos de garantía de calidad para prevenir este tipo de evento otra vez", dijo Colin Smith, director de Ingeniería y Tecnología de Rolls-Royce.

"Aquél día fallamos (del accidente). La robustez del Airbus A380 y la profesionalidad de la tripulación de Qantas aseguró que el aparato y todos sus pasajeros aterrizaran a salvo", manifestó Smith.

El pasado 20 de junio, 17 miembros de la tripulación de la aerolínea Qantas que iba a bordo del avión en el que explotó el motor demandó al fabricante por los supuestos daños psicológicos sufridos, según el diario "Sydney Morning Herald".

Para los demandantes, Rolls-Royce fue negligente en la fabricación, inspección e instalación de la pieza defectuosa que generó el fallo del motor.

Los demandantes también buscan incluir en su querella conjunta a los pasajeros que estuvieron a bordo de ese vuelo.