"¡Hey cielo, quítate el sombrero!", exclamó Tereshkova antes de despegar, como si pidiera al universo respeto hacia la primera mujer que se atrevía a desafiarlo.
"El 16 de junio de 1963 todo el mundo se enteró de que a las 12:30 hora de Moscú entró en la órbita terrestre la nave 'Vostok-6' tripulada por la primera mujer cosmonauta", señala un comunicado del primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.
Numerosos eventos conmemorativos dedicados al emblemático vuelo se celebran hoy en distintas ciudades rusas, en particular, en Yaroslavl, donde Tereshkova vivió más de 20 años antes de convertirse en una leyenda.
Un paseo de la fama dedicado a los cosmonautas rusos fue inaugurado hoy en esa ciudad por la propia pionera del espacio y por el gobernador de la región de Yaroslavl, Serguéi Yástrebov.
"Me complace mucho que tanta gente se haya reunido aquí para recordar mi primer vuelo al espacio", dijo Tereshkova en rueda de prensa.
En el pueblo Nikúlskoye, cerca de la tierra natal de Tereshkova, se colocó por la mañana la primera piedra de la que será una catedral, mientras Yaroslavl, se ha convertido en escenario de espectáculos de aviones y paracaidistas.
"Aún tengo sueños sobre aquel viaje al espacio", confesó Tereshkova durante una conferencia de prensa en la delegación de la ONU en Viena donde numerosos científicos y diplomáticos se reunieron para rendir homenaje a la cosmonauta, felicitada también personalmente el viernes por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Tereshkova llegó a la residencia campestre del jefe del Kremlin en Novo-Ogariovo en una limusina soviética "Chaika" (Gaviota, en ruso), mismo modelo en el que se dio un baño de multitudes hace medio siglo tras protagonizar la misión del envío de una mujer al espacio.
Por curioso que parezca, "Chaika" fue el código de comunicación de Tereshkova durante su vuelo espacial que duró casi tres días en los que la nave dio 49 giros alrededor de la Tierra.
Un vuelo que no fue un camino de rosas dado que en algún momento Tereshkova empezó a experimentar malestar debido al cansancio acumulado y no pudo orientar la nave en el eje transversal, según recordaba en sus diarios Nikolái Kamanin, uno de los organizadores del vuelo.
Sin embargo, la cosmonauta no dudó en ningún momento en continuar con su misión espacial, sacando fotos para los científicos soviéticos y rellenando el cuaderno de bitácora.
Según el diario ruso "Komsomólskaya Pravda", Tereshkova guardó en secreto su plan de volar al espacio para no asustar a sus familiares, al tiempo que les dijo que se iba a participar en un campeonato de paracaidistas.
La noticia sobre el vuelo llegó a la familia a través de radio y televisión cuando toda la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas seguía minuto a minuto el destino de su héroe.
Los diarios rusos recuerdan que Tereshkova, cuyo nombre preside numerosas calles y cuyo rostro en la famosa escafandra con las letras URSS (CCCP, en ruso) aparece en sellos de correos de varios países, también fue la única mujer en la historia que viajó al espacio sin ser acompañada por otros cosmonautas.
Recientemente, Tereshkova, de 76 años, sorprendió a sus compatriotas al expresar su deseo de volar a Marte, aunque sea un viaje sólo de ida.
"(Marte) Es mi planeta favorito. Lo más probable es que los primeros vuelos a Marte sean sólo de ida, esa es mi opinión. Yo estoy dispuesta, pero lamentablemente esto no ocurrirá pronto", dijo Tereshkova el pasado 7 de junio.
Tereshkova recordó que, tras convertirse el 16 de junio de 1963 en la primera mujer en volar al espacio exterior, trabajó junto a otros científicos en el estudio de Marte.
"Por supuesto, esto es un sueño, viajar a Marte y ver si allí hubo vida ¿Y si hubo, por qué ya no la hay? ¿Qué catástrofe tuvo lugar en ese planeta?", se preguntó.
A su vez, reconoció que debido a un cúmulo de catástrofes y fracasos muchas mujeres soviéticas no pudieron viajar al espacio.
"El sueño de (el padre de la cosmonáutica soviética) Serguéi Koroliov era lanzar una tripulación femenina y comenzamos la instrucción. Pero, lamentablemente, él se fue. Vino otra persona con otros puntos de vista", apuntó.
En 1994, tres años después de la caída de la Unión Soviética, Yelena Kondakova se convirtió en la primera y, hasta ahora única, ciudadana rusa en la historia postsoviética en viajar al espacio, en concreto, a la estación MIR.
Según la agencia espacial rusa, Roscosmos, el próximo año volará una nueva cosmonauta rusa, Yelena Serova. (EFE)