La comisión tributaria de Milán ratificó la sentencia de primer grado de noviembre de 2011 y a la que los modistos italianos, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, habían recurrido, informan medios italianos.
La comisión tributaria considera que los diseñadores tuvieron una conducta de abuso con el objetivo de procurarse una ventaja fiscal.
La Fiscalía de Milán pidió en 2010 el enjuiciamiento de los diseñadores acusados, junto a otras cinco personas, por un supuesto delito de evasión fiscal de 1,000 millones de euros (1,366.7 millones de dólares).
Según la investigación, que se llevó a cabo entre 2007 y octubre de 2010, la multinacional Dolce & Gabbana creó en marzo de 2004 una sociedad con sede en Luxemburgo bajo el nombre de "Gado", que constaba como la propietaria de algunas de las marcas que forman parte del grupo, pero que en realidad se gestionaba desde Italia.
De este modo, según la acusación, las ganancias derivadas de la explotación de la marca tributaban en el extranjero y no en Italia, donde deberían haberse pagado los impuestos.
Ambos estilistas fueron acusados además de haber cedido las marcas que forman parte de su imperio a la sociedad "Gado" por 360 millones de euros (492.1 millones de dólares), un valor muy inferior al real según la acusación, que lo cifra en unos 700 millones de euros (956.9 millones de dólares).
La Fiscalía acusó a cada uno de los modistos de haber evadido 420 millones de euros (574,2 millones de dólares) e imputó a la sociedad otros 200 millones de euros (273.4 millones de dólares.