Las pérdidas procedentes de ST-Ericsson -la empresa de riesgos compartidos con el grupo franco-italiano STMicroelectronics- y los proyectos de modernización de redes en Europa lastraron el resultado anual, pese al impacto positivo de la venta de la participación en el fabricante de móviles Sony Ericsson.
La ganancia antes de impuestos se redujo un 44 por ciento hasta 10,200 millones (1,185 millones de euros).
El beneficio operativo cayó un 33 por ciento y se situó en 14,500 millones (1,685 millones de euros).
Las ventas netas ascendieron a 227,800 millones (26,468 millones de euros), lo que supone un aumento de cuatro décimas respecto al año anterior, con América del Norte como principal mercado.
El flujo de caja ("cash flow") procedente de operaciones subió un 121 por ciento hasta 22,000 millones (2,556 millones de euros).
Las divisiones Global Services y Support Solutions experimentaron un fuerte crecimiento en 2012, mientras que la principal, Networks, tuvo un "año exigente", admitió en el informe Hans Vestberg, presidente y director ejecutivo de la compañía.
Vestberg resaltó que Ericsson maneja distintas alternativas sobre ST-Ericsson, después de que STMicroelectronics anunciara recientemente su intención de abandonar la empresa de riesgos compartidos.
"Mejorar la rentabilidad, reducir los costes e introducir capital ocupan un lugar destacado en nuestra agenda", señaló Vestberg, que descartó que Ericsson vaya a comprar toda la compañía.
En el cuarto trimestre, el grupo sueco perdió 6,300 millones de coronas suecas netas (732 millones de euros), frente a un beneficio de 1,500 millones (174 millones de euros) el mismo período del año anterior.
El resultado se vio afectado negativamente sobre todo por las pérdidas de ST-Ericsson.
La pérdida antes de impuestos fue de 3,900 millones (453 millones de euros), cuando en 2011 Ericsson había ganado 1,800 millones (209 millones de euros).
Las ventas netas subieron un 5 por ciento hasta 66,900 millones de coronas suecas (7,773 millones de euros).