El proyecto pretende, según el Ministerio de Finanzas, "crear un sistema impositivo más justo, simple y eficiente, que favorezca el crecimiento y que aplique un nuevo marco más riguroso en la lucha contra la evasión fiscal".
En este sentido, los ocho niveles sobre los que se establecía la base impositiva quedarán reducidos a tres y, a partir de ahora, los asalariados que perciban hasta 25,000 euros anuales pagarán un 22 por ciento del impuesto equivalente al IRPF español; un 32 por ciento aquellos que ganen hasta 42,000 euros y 42 por ciento aquellos con ingresos superiores a los 42,000.
Respecto al sistema anterior, esto supone que aquellos con ingresos de hasta 13,000 euros pagarán algo menos de impuestos, así como aquellos que ganen más de 100,000 euros anuales, que hasta ahora pagaban un impuesto del 45 por ciento.
La franja de los trabajadores con salarios entre los 23,000 y los 50,000 euros serán aquellos que vean subir la carga impositiva.
También se incrementará la presión fiscal sobre los autónomos, que deberán pagar un mínimo del 26 por ciento de sus ingresos al Estado, así como los agricultores, a los que se elimina cualquier tipo de exención fiscal y pasarán a cotizar como autónomos.
También se eliminan las exenciones impositivas por hijos, aunque se prevé el incremento de las ayudas a las familias numerosas con menos recursos.
El impuesto sobre los beneficios empresariales se elevará del 20 al 26 por ciento pero, en cambio, los impuestos sobre dividendos repartidos se reduce considerablemente, del 25 al 10 por ciento.
También se reducirá el impuestos sobre las rentas derivadas de propiedades del 40 al 32.8 por ciento.
El diario económico 'Naftemporiki' calificó la nueva ley de "golpe para las familias, los autónomos y los pequeños negocios".
Según una inspectora y directora de una oficina de Hacienda consultada por EFE, la reforma fiscal se ceba especialmente en la clase media.
"Esta ley beneficia a la gente con ingresos más altos y a los asalariados con ingresos anuales de menos de 10,000 euros. Por otra parte está perjudicando a las pequeñas empresas y a los que ejercen profesiones liberales que ingresan menos de 40,000 euros anuales", explicó bajo la condición del anonimato.
Esta reforma de la ley de impuestos, que será aprobada por el parlamento en las próximas semanas, era una de las exigencias de la llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
Desde mayo de 2010, el desempleo ha pasado del 11 al 26 por ciento y más de 100,000 pequeños negocios han cerrado, aunque el déficit público se ha reducido del 15 al 6 por ciento.