Del 17.7 por ciento de los ciudadanos que aseguraron en 2010 haber sido víctima de algún soborno por parte de un funcionario público, la policía, el Ejército, la escuela u otra institución, se pasó al 19.5 por ciento que lo declararon este año.
Es una de las conclusiones de un estudio del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) hecho en 26 países del continente y presentado en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que abordó hoy la problemática de cómo combatir la corrupción.
Los países donde más ciudadanos dicen haber tenido que pagar algún soborno son Haití (67 por ciento de los encuestados), Bolivia (44.8 por ciento) y Ecuador (40.9 por ciento).
Los niveles también son elevados entre los mexicanos (31.2 por ciento), los peruanos (28.5 por ciento) y los hondureños (25.8 por ciento).
De hecho, Honduras, Ecuador, Bolivia y Haití son los que más retrocedieron en transparencia y donde se recrudeció la corrupción entre 2010 y 2012, según el director de LAPOP, Mitchell Seligson.
Por el contrario, Jamaica y El Salvador son los países que mejoraron más en los últimos años, apuntó el experto.
Casi ocho de cada diez americanos ve la corrupción como algo "común" o "muy común" en la sociedad donde viven.
De media, la corrupción es el tercer asunto más citado por los americanos cuando se les pregunta por el principal problema de su país y, paradójicamente, cuantos más casos de corrupción se declaran, más aceptación tienen las malas prácticas.
O al revés: Colombia, Trinidad y Tobago, Argentina y Guyana son los países donde los ciudadanos denuncian más corrupción, pero en cambio no es donde más se sufren las malas prácticas.
Como autor del informe, Seligson también apuntó que el 11.1 por ciento ha vivido sobornos en las escuelas y un 9.4 por ciento por parte de policías.
Y hasta un 20.5 por ciento ha sufrido corrupción policial en el tercer país más poblado del continente, México.
En paralelo al informe, el seminario sobre corrupción en Latinoamérica organizado por el BID también reflexionó sobre cómo combatir estas cifras y mejorar su investigación.
"Mejorar la transparencia institucional es lo más importante para implantar la integridad y luchar contra la corrupción", explicó a Efe la directora de Prevención de la Corrupción de la Contraloría General de Brasil, Vania Vieira.
El caso de Brasil, que fue presentado como un ejemplo a seguir, se basa en no solo luchar contra las malas prácticas, sino "invertir en medidas para mejorar la transparencia y concienciar a la población".
Por eso, Vieira apuesta por exportar la fórmula brasileña a otros países del continente, tanto mediante relaciones bilaterales como a través de instituciones panamericanas.
Por lo que se refiere a investigar mejor esa corrupción, el académico Daniel Gingerich apostó por las encuestas ciudadanas y, sobre todo, por los sondeos confidenciales entre funcionarios.
Lo aplicó en varios países con preguntas como "He aceptado pagos no oficiales en algún momento del último año, ¿verdadero o falso?" y llegó a conclusiones: a mayor aspiraciones políticas de los empleados, mayor desviación de fondos para los partidos.
Por su parte, la gerente del Sector de Instituciones para el Desarrollo del BID, Ana Maria Rodríguez, advirtió de que "las leyes no son suficientes si no se aplican, ni las instituciones son suficientes si no son efectivas".
El estudio "Cultura Política de la Democracia en las Américas 2012", hecho por LAPOP, preguntó a 41,632 ciudadanos de 26 países del continente americano y tiene un margen de error de +/- 2.5 puntos.