"Quizá hoy, sin las políticas de rigor aprobadas por el Ejecutivo, no existiría la Eurozona o se habría quedado reducida a su dimensión geográfica sin lo que Italia, con un esfuerzo colectivo sin precedentes, ha logrado realizar", se lee en el preámbulo del documento de 17 paginas titulado "Apuntes de viaje" y publicado hoy por el Gobierno italiano.
El 17 de noviembre de hace un año, el Ejecutivo guiado por el excomisario europeo de competencia Mario Monti recibía el voto de Confianza del Parlamento y se disponía a Gobernar.
La crisis económica y una prima de riesgo disparada había obligado a Silvio Berlusconi a dimitir y el Jefe de Estado, Giorgio Napolitano, había decidido tras consultar a los partidos políticos y ante la grave situación del país nombrar a un tecnócrata para que dirigiese el país hasta el final de la legislatura, en abril de 2013.
El Gobierno de Mario Monti asegura en el documento que en este año el país ha sido "saneado" y se ha evitado así que Italia, "debido a su peso, no determinase un cambió en el escenario europeo, e incluso mundial, de los eventos económicos y financieros".
No obstante, el Ejecutivo italiano reconoce que se podía haber hecho más en favor de las "clases menos favorecidas del país" y sobre todo para apoyar a las familias "que son el tejido productivo del país".
Italia, afirma el Gobierno, "se encuentra en el camino del cambio y puede mirar con más confianza a su futuro. Un futuro que será prospero si continua sobre esta vía y sin echar a perder el trabajo que se ha realizado hasta ahora".
Recuerda las medidas aprobadas comenzando por la polémica introducción del Impuesto de Bienes Inmuebles para la primera casa, que Berlusconi había retirado, pero también la llamada "spending review", con la que se ha dado un neto recorte a algunos excesos de los gastos públicos.
Y también recuerda que se han recaudado 13,000 millones de euros en la lucha contra la evasión fiscal, con un total de 667.000 controles fiscales.
Monti comenzó su legislatura con la intención de recuperar la credibilidad de Italia en Europa y para ello ha realizado en este año 28 visitas internacionales, excluyendo los viajes a Bruselas, desde China, Estados Unidos, Japón, Libia, Líbano, Argelia y las principales capitales europeas.
En pocas semanas se pone manos a la obra y el 4 de diciembre, el Gobierno presenta un contundente plan de ajuste por un valor de 30,000 millones.
Un plan que se recordará sobre todo por las lágrimas de la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, durante la rueda de prensa en la que se presentaba también la reforma de las pensiones, que aumentaba la edad de jubilación progresivamente hasta los 67 años.
Posteriormente, el Ejecutivo de Monti también ha puesto en marcha en este año un paquete de liberalizaciones y de simplificación burocrática que recibió los aplausos de Europa y ayudó a relajar la prima de riesgo.
Berlusconi dejó la prima de riesgo -el diferencial entre el bono alemán a diez años y el italiano- en cerca 600 puntos básicos, mientras que el diferencial con Monti, aunque con altos y bajos, se encuentra ahora entorno a los 360.
El Gobierno también presentó durante este año una polémica reforma laboral, pero que ante las presiones de algunos partidos y de los sindicatos se redujo a pocos cambios.
Con la nueva ley, en caso de despido por motivos económicos el empresario no será obligado a readmitir al trabajador sino que sólo tendrá que pagarle una indemnización.
Ahora el Ejecutivo ha presentado su ley de Presupuestos, la que parece será su última iniciativa antes de terminar su mandado, y en la que están previsto un aumento a partir del próximo julio del IVA del 22 al 23 por ciento, pero también "un respiro" a las familias con algunas desgravaciones fiscales.
En este año, el Gobierno que comenzó con una fuerte consenso de los ciudadanos, en los últimos meses ha pedido apoyos y en el sondeo publicado hoy por el diario "la Repubblica" la confianza al Ejecutivo Monti ha descendido hasta el 32 por ciento.