Ésta es una de las quince conclusiones del encuentro, en el que responsables políticos y expertos de Iberoamérica y el Caribe han buscado este lunes y martes en la capital española fórmulas para poner fin a "la sangría intolerable" que causan los accidentes de tráfico, que dejan cada año más de 125 mil muertos en esas regiones.
El encuentro de Madrid, celebrado bajo el lema "Protegiendo vidas" a instancias de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno, subraya que la siniestralidad vial, que es ya la principal causa de mortalidad de los jóvenes de Iberoamérica y el Caribe, constituye en esas regiones "un problema de primera magnitud" y "una importante y urgente amenaza".
Por ello, aboga por que esta cuestión constituya "una política de Estado, inclusiva de sus tres poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, formulada con la participación y el consenso de las fuerzas políticas de cada país", según los "Principios de Madrid".
Asimismo, los participantes en la reunión destacan la necesidad de procurar que la actual crisis financiera y económica internacional "no impacte negativamente" en los recursos destinados a la seguridad vial.
Otro de los "Principios de Madrid", leídos al término de la reunión por el director de gabinete de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Fernando García Casas, antes de la ceremonia de clausura, es la voluntad de todos los participantes para avanzar en la construcción de un Espacio Común Iberoamericano y del Caribe de Seguridad Vial.
Los participantes en el encuentro abogan, asimismo, por que el período 2010-2020 sea declarado "Década Mundial de la Seguridad Vial" y animan a los países a poner en marcha acciones para alcanzar las metas de reducción del 50 por ciento del incremento esperado en víctimas fatales por siniestros viales en 2020.
Tras afirmar que las víctimas son "una parte esencial" de la seguridad vial, el foro apoya la iniciativa de crear una federación iberoamericana y del Caribe de las asociaciones de víctimas de los siniestros de tránsito y celebrar un encuentro a tal efecto en el curso de este año.
Asimismo, el encuentro de Madrid destaca que los países son responsables de "promover sus capacidades en materia de seguridad vial" y que la seguridad vial debe ser un factor primordial en el planeamiento, el diseño, la construcción y el mantenimiento de las carreteras.
Los participantes animan a los países a abordar la seguridad vial con base en la idea de "sistemas seguros", que involucran tanto al usuario como a la carretera y al vehículo, con el propósito de minimizar los daños, con independencia de la eventual comisión de errores humanos.
A los efectos de disponer de recursos adecuados para la seguridad vial es de relevancia el llamamiento formulado por la Comisión de la Seguridad Vial Global de invertir un mínimo del 10 por ciento de todos los costes de infraestructuras de transporte, según la declaración.
La reunión anima a los países de la región a participar activamente en la Reunión Ministerial Global de Moscú organizada por las Naciones Unidas e implementar las recomendaciones que surjan de la misma, así como a coordinar posiciones y celebrar una segunda edición del encuentro de Madrid en 2011.
El encuentro ha contado con 680 participantes -entre ellos catorce ministros y viceministros-, representantes de 35 países, en su mayor parte de la región iberoamericana y caribeña.