La compañía así lo admitió después de que la Radio Internacional de China (CNR, por sus siglas en inglés) revelara ayer que escolares en Yantai fueron forzados a trabajar en la planta de la empresa taiwanesa y algunos profesores indicaron que se les pidió enviar a sus alumnos para cumplir con las cuotas locales.
Foxconn Technology Group pidió disculpas a los trabajadores infantiles, dijo que solicitará a las escuelas que investiguen lo sucedido e indicó que amonestará a sus empleados involucrados en el caso.
Un oficial del Partido Comunista de China (PCCh) manifestó, según publica hoy el diario oficialista "Global Times", que los estudiantes de Foxconn cumplían las regulaciones legales del país, y formaban parte de "una práctica normal de más de un año y no fueron enviados por órdenes del Gobierno".
"La planta carece de mano de obra debido a que algunos de sus trabajadores originarios de Henan (centro) se han trasladado a Zhengzhou, capital de esta provincia, donde la compañía está construyendo una nueva instalación", añadió el oficial que permaneció bajo el anonimato.
La misma fuente indicó que el gobierno local de Yantai apoya a Foxconn, ya que es una empresa "importante" para la provincia, y añadió que los jóvenes trabajadores recibían un sueldo de 2,000 yuanes (319 dólares) al mes y que la mayoría estaba satisfecha.
Sin embargo, estudiantes entrevistados por el diario dijeron no estar contentos con la experiencia y se quejaron de lo arduo de sus tareas, que para algunos suponían hasta once horas diarias de trabajo.
"Si perdía estas prácticas podía perder el certificado de graduación y ser expulsado de la escuela", declaró un estudiante citado por el diario, que denuncia que cerca de 3,000 aprendices de su escuela trabajaban en la planta de la firma taiwanesa.
La mayoría, asegura, tenían entre los 16 y 20 años de edad, e incluso algunos menores de 16 años.
La compañía informó de que su planta en Yantai emplea alrededor de 60,000 trabajadores y 10,000 aprendices.
Las denuncias contra Foxconn son frecuentes en China, donde se acusa al gigante tecnológico de duras condiciones de trabajo y abusos laborales.
A inicios de este mes, miles de trabajadores de una instalación de Foxconn en Zhengzhou, en la que se fabrica el iPhone 5, se declararon en huelga por las abusivas condiciones laborales, lo que paralizó la producción del teléfono de Apple.
La huelga se produjo dos semanas después de que otra planta de la firma, en esa ocasión la de Taiyuan (capital de Shanxi, al norte), tuviese que cerrar durante más de 24 horas tras incidentes en los que se vieron envueltos hasta 2,000 trabajadores y que motivaron el ingreso hospitalario de una decena de ellos.
A principios de septiembre, se produjo un suicidio en las plantas de Foxconn, el segundo tras el acuerdo firmado entre esta compañía y Apple para mejorar la situación de los trabajadores.
El convenio se alcanzó después de que más de un centenar de empleados de la compañía amenazara el pasado enero con suicidarse en masa saltando de un tejado de la fábrica.
Este suceso añadió presión a Apple, que aceptó que la organización independiente Asociación de Justicia Laboral (FLA) efectuase una investigación, la cual desveló que los trabajadores chinos de la compañía trabajan, en ocasiones, más de 60 horas a la semana.