La agencia espacial estadounidense NASA, que el año pasado puso fin a tres décadas de exploración y transporte con los transbordadores, depende ahora de las naves rusas Soyuz para el acarreo de tripulaciones y suministros a la Estación Espacial Internacional.
"El arribo de Orion al Centro Kennedy es un paso importante hacia la meta de enviar humanos a un asteroide hacia el año 2015 y a Marte hacia 2030", dijo la subdirectora de la NASA, Lori Garver.
La NASA está transfiriendo al sector privado el diseño, la construcción, la prueba y la operación de vehículos que sirvan para el trasiego entre Tierra y la EEI y la exploración en órbitas a menos de 500 kilómetros de la Tierra para concentrarse en naves de mayor alcance.
La NASA ha descrito a Orion como "la nave espacial más avanzada que se haya diseñado, con capacidad para el aborto de misiones en caso de emergencia y para el sustento de los astronautas durante las misiones espaciales más largas".
Además, como los transbordadores, Orion tendrá capacidad para reingresar en la atmósfera terrestre después de sus misiones en el espacio profundo.
La primera misión de prueba de la nave Orión, sin tripulación, está programada para 2014, y consistirá en una travesía a casi 5,800 kilómetros de la Tierra, quince veces más lejos que la posición orbital de la EEI.
La nave será impulsada por un cohete Delta IV.
Ésta es la distancia mayor que haya ido cualquier nave espacial diseñada para el transporte de humanos en las últimas cuatro décadas.
El propósito principal de esa misión es la prueba del desempeño del escudo térmico de Orion cuando la cápsula ingrese en la atmósfera terrestre a las velocidades generadas durante su retorno desde el espacio profundo.
Hasta entonces, indicó la NASA, un equipo de producción de 400 trabajadores instalará los sistemas de protección térmica, navegación y otros subsistemas de la cápsula espacial.